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Elecciones 3 de marzo

El PP andaluz acusa a los socialistas de destruir expedientes y documentos oficiales

La decisión del Gobierno central de aceptar el pago de 20.000 millones de pesetas a cuenta de la deuda histórica de Andalucía y la denuncia efectuada por el Partido Popular, según la cual la Consejería de Gobernación está destruyendo documentos relativos a subvenciones otorgadas por la Junta, marcaron ayer el tono de la campaña electoral autonómica.El primer día de campaña, el PSOE, por boca de la consejera de Gobernación, Carmen Hermosín, aseguró que el líder andaluz de los populares, Javier Arenas, había obtenido su plaza de funcionario por enchufe. Ayer, el secretario regional del PP, Juan Ojeda, acusaba a Hermosín de llevar a cabo "la destrucción de documentos y expedientes importantes de su consejería, ante un previsible cambio de Gobierno".

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Ojeda explicó que a principios de esta semana varios funcionarios de la citada Consejería -que no identificó ni cuantificó- habían acudido al Partido Popular para denunciar que se estaba llevando a cabo la destrucción de documentación oficial. Añadió, además, que la orden de destrucción, según los denunciantes, partía de la consejera Carmen Hermosín, y aseguró que los funcionarios "tienen auténtico miedo a las represalias". La respuesta de la consejera fue fulminante: "Se trata de una mentira y una calumnia".

La noticia de la decisión de Hacienda de abonar parte de la deuda histórica reconocida en el Estatuto andaluz fue acogida con satisfacción por los socialistas y con distintos tonos de crítica por populares e Izquierda Unida. Arenas se limitó a ironizar con la fecha elegida, mientras que Luis Carlos Rejón lanzó toda su artillería, calificando a Manuel Chaves de "fullero" y "mentiroso".

Los mítines la jornada tuvieron un escenario especial: Los números uno del PSOE y del PP coincidieron en el territorio de Jesús Gil y de su hijo. Chaves acudió a Estepona y Arenas, a Marbella. Los dos dirigentes parecen haber diseñado estrategias parecidas: la discusión puramente autonómica pasa a segundo plano. Chaves insiste sobre las hipotecas de la derecha y Arenas arremete contra la estrategia del miedo que, según él, desarrollan el PSOE. En el medio, Rejón intenta encontar un hueco que no le deje fuera de la batalla.

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