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LA LUCHA ANTITERRORISTA

El 'comando Araba' planeaba matar a Atutxa, al socialista Buesa y al foralista Mosquera

Pedro Gorospe

, El desarticulado comando Araba tenía planes precisos para asesinar a tres políticos y tres policías. El consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa; el secretario general de los socialistas alaveses, Fernando Buesa; el secretario de Unidad Alavesa, Pablo Mosquera; dos agentes autonómicos y un policía nacional estaban en la lista. Los terroristas tenían programado empezar sus actividades el jueves pasado con una bomba, que colocarían bajo el coche de dos ertzainas [policías autonómicos], y continuarían el 8 de enero con el asesinato de Atutxa. El consejero tenía asignado un disparo con un rifle de precisión cuando asistiera a una concentración ante la sede del Gobierno vasco en solidaridad con José María Aldaya, secuestrado por ETA.

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Los planes figuran descritos en el atestado que el departamento vasco del Interior ha remitido al juez de la Audiencia Nacional Carlos Divar. Éste tomó ayer declaración a José Ignacio Alonso Rubio, Agustín Almaraz y Nerea Berigoa y ordenó su ingreso en prisión.El comando, que había participado en Guipúzcoa y Vizcaya en 13 atentados con tres muertos y tres heridos graves,Tue desarticulado la madrugada del día 26 en Vitoria, aunque permanecen huidos los presuntos colaboradores Gorka Andoni Arbulu López de Lacalle y Sergio Polo. La Ertzaintza detuvo ayer a Armando Legaz Irureta, dé 25 años, en su domicilio de San Sebastián, por su presunta relación con el comando. Tras comparecer 10 minutos ante Divar, ante el que -negó su pertenencia a ETA, ingresó en prision.

Los terroristas estaban a la espera de, recibir el rifle con el que pensaban cometer el atentado más sofisticado. El asesinato de Atutxa se iba a realizar desde el hospital de Txagorritxu. A las 12 de la mañana del lunes 8 de enero uno de los etarras iba a disparar desde un habitación del hospital contra la concentración de cargos públicos que, desde que Aldaya fue secuestrado, se reúne los lunes a la puerta de Lakua, la sede del Gobierno. Si ese día Atutxa no fuese un blanco fácil, el disparo se habría dirigido probablemente contra el viceconsejero de Seguridad, José Manuel Martiarena.

Entre el hospital de Txagorritxu y Lakua hay 300 metros. "Los terroristas acudieron a las proximidades de la concentración de Lakua varias veces para comprobar in situ si acudía su objetivo", informó ayer el consejero, que no reveló que ese objetivo era él. Es la séptima vez que ETA intenta acabar con Atutxa desde 1994.

La primera acción planificada por los etarras estaba prevista el pasado día 28. El comando colocaría una lapa en el coche de dos ertzainas, mientras hacían deporte en las instalaciones municipales de Mendizorrotza, y accionaría la bomba a distancia. Este complejo deportivo está cerca de las residencias del lehendakari, José Antonio Ardanza; del delegado del Gobierno, José Antonio Aguiriano, y del secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui.

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Los otros ob etivos del grupo eran el secretario general de Unidad Alavesa, Pablo Mosquera, y Fernando Buesa, secretario general e los socialistas alaveses y portavoz en el Parlamento vasco. Buesa fue antes diputado general de Álava, consejero de Educación y vicelehendakari.

Mosquera, tras reconocer que estaba en la lista de ETA, declaró: "He asumido que en este país, desgraciadamente, hay trabajos peligrosos; pero mi situación no es peor que la de un paisano que vive en un país sin libertad y donde se vulneran los derechos humanos".

La operación que condujo al comando fue, según Interior, fruto de una casualidad. Los dos miembros liberados del comando, Agustín Almaraz y José Ignacio Alonso, estaban fichados desde que en enero huyeron tras el atentado contra las oficinas del DNI de Bilbao en el que fue asesinado un policía. Un ertzaina les reconoció en una tienda donde compraban cacerolas y ollas para fabricar bombas. Desde entonces, se siguió a los sospechosos y se localizó el piso del paseo de la Zumaquera.

Ayer, cinco minutos antes de una manifestación de protesta de Gestoras Pro Amnistía, la Ertzaintza se incautó de una mochila con 10 cócteles molotov.

"Dar caña lo más fuerte que podáis"

, Las órdenes de la dirección de ETA al comando Araba eran precisas: "Dar caña lo más fuerte que podáis y lo antes posible". Los detenidos en el piso franco de Vitoria tendrán que responder de 13 atentados cometidos entre los años 1992 y 1995 en Guipúzcoa, donde formaron el comando Basati, y en Vizcaya, donde organizaron el comando Itsasadar. A pesar de su juventud, los dos detenidos tienen presuntamente en su haber tres asesinatos.

El consejero Juan María Atutxa les definió como una tertulia de descerebrados" que matan cuando pueden, porque "matar es muy fácil". Los detenidos tenían una larga relación con Jarrai [las juventudes de KAS], el sindicato Ikasle Abertzaleak (estudiantes patriotas), la coordinadora de enseñanza del euskera AEK, la propia KAS y las herriko tabernas [bares de las sedes de HB].

Según el responsable vasco de Interior, la infraestructura de ETA está "verdaderamente dañada", aunque cuenta con el comando Madrid, el comando itinerante que perpetró los últimos atentados en Valencia, Salamanca y León, y el comando Donosti, mientras que "hay pinitos de reconstrucción del comando Vizcaya".

El comando Basati perpetró el 18 de marzo de 1993 un atentado contra un coche de la Guardia Civil, con el resultado de un agente muerto y otro herido de gravedad. En abril siguiente asesinó a Ángel González Sabino.

En Vizcaya, los dos detenidos participaron presuntamente en enero pasado en el atentado contra el DNI, donde asesinaron a un funcionario de policía e hirieron de gravedad a otro agente.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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