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Perote sacó del Cesid siete grabaciones del Rey y tres ministros

El comandante Navarro Benavente, jefe del Gabinete de Escuchas del Cesid, declaró a la juez Coronado que el coronel Juan Alberto Perote le pidió en 1991 copia de siete cintas con conversaciones del Rey y de tres ministros (José Barrionuevo, Enrique Múgica y Francisco Fernández Ordóñez). Las grabaciones nunca, fueron devueltas.

Entre las grabaciones sustraídas figuran, además, conversaciones privadas del Rey y el príncipe Tchokotoua, amigo de don Juan Carlos. Dos de las cintas que se llevó Perote, según el testimonio del comandante Navarro (las de Múgica y Barrionuevo), corresponden a los fragmentos de las conversaciones que publicó El Mundo el pasado 14 de junio. El contenido de las demás no se ha difundido todavía.Las declaraciones dé miembros del Cesid en el sumario que instruye la juez María Jesús Coronado -ante la que Perote se negó a declarar- y dos dictámenes periciales avalan la versión del ex director del centro teniente general Emilio Alonso Manglano, de que con los aparatos usados por el Cesid entre 1984 y 1991 no se podían pinchar teléfonos alámbricos y que las escuchas se conseguían de forma aleatoria mediante barridos.

Manglano dijo a la juez que el Cesid pretendía "el análisis del espectro radioeléctrico" y comunicaciones "de servicios extranjeros, terrorismo y otras modalidades de delincuencia".

La versión de Manglano en el sumario respecto a Perote asegura que éste "desempeñaba labores muy delicadas, que exigían confianza, y había rumores de que su conducta en algunos momentos adolecía de ligereza". Manglano sostiene, no obstante, que cuando abandonó el centro con 1.200 microfichas, "a ninguna persona del Cesid le cabía la sospecha de que Perote se hubiese podido quedar con copias".

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