Aquino rescata al Rayo Vallecano de otro infierno

Temblando estaba Vallecas cuando Aquino soltó el cañón, que fue la única manera que encontró el Rayo de cerrar el grifo de los despropósitos, por el que se le escapaba su supervivencia en la Copa o, lo que es lo mismo, mucho dinero. Ocurrió, en el último suspiro, que es cuando se resuelven los dramas de este pelaje. Barla abrió a la izquierda, por donde entró Palacios; el centro de éste lo despejó a duras penas González. El balón bajó del cielo hacia el punto de penalti, donde lo esperaba Aquino.