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La mejora provisional de la N-III por el Cabriel costará 1.300 millones

El retraso en la construcción de la autovía de Levante por el río Cabriel supondrá un gasto adicional de 1.300 millones para mejorar la actual carretera N-III (Madrid-Valencia), que discurre por la corona de la presa de Contreras. Obras Públicas adjudicará dentro de un mes la construcción del tramo que cruza este río por un trazado rechazado por la Junta de Castilla-La Mancha y los ecologistas. Las constructoras se comprometen a ejecutarlo en 18 meses.

Las mejoras proyectadas en la N-III consisten en habilitar sendos accesos en las intersecciones de esta carretera con los dos cabos de la autovía de Levante que quedarán desconectados -en Minglanilla (Cuenca) y Caudete de las Fuentes (Albacete)-, a la espera de que se construya el último tramo de la autovía. El proyecto fue entregado a Obras Públicas el 15 de agosto y prevé la construcción de una vía de frenado para vehículos pesados, la rectificación de algunas curvas y un carril adicional de cinco kilómetros de uso reversible.Este tramo es el último de la autovía pendiente de licitar desde que Obras Públicas optara por la alternativa C modificada. Esta solución fue asumida por el ex presidente de la Comunidad Valencia el socialista Joan Lerma y por su sucesor, Eduardo Zaplana, del PP. Pero no así por la Junta de Castilla-La Mancha, cuyo Ejecutivo protege el territorio que engloba las hoces del Cabriel, próximas al trazado de la autovía. Esta protección supone la prohibición de que el área se vea afectada infraestructuras como una autovía.

Según José Borrell, dentro de un mes se adjudicará el proyecto técnico y la construcción de este tramo en un mismo paquete. Las constructoras que optan convinieron en que fuera una misma consultora de ingeniería la que redactara el proyecto y se comprometen a terminar la obra en 18 meses.

La apertura a la circulación de los otros dos tramos pendientes no se producirá hasta 1997. En ese año concluirán las obras del tramo Atalaya-Motilla del Palancar, y a finales de 1996, el de Motilla-Minglanilla.

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