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De la Rosa no será juzgado tras pedir excusas a José María Juncadella

Javier de la Rosa evitó ayer, in extremis, sentarse en el banquillo de los acusados. El juez-titular del juzgado número 11 de Barcelona había fijado para ese día la celebración de un juicio de faltas contra él como consecuencia de una denuncia por amenazas presentada contra él por el empresario José María Juncadella, cuya familia era propietaria de Industrias Burés cuando llegó a ella De la Rosa.De la Rosa, que se encuentra actualmente en libertad bajo fianza de 1.000 millones de pesetas, consiguió que el juicio no se celebrara mediante la firma de un documento en el que pide excusas a José María Juncadella. Por este motivo, Juncadella decidió desistir de su demanda. En el escrito, que también está firmada por su abogado, Juan Piqué Vidal, De la Rosa se compromete a no perturbar en el futuro la tranquilidad del empresario, en referencia no sólo a los hechos denunciados ante el juez sino a otras supuestas amenazas recibidas en el pasado.

Los hechos que motivaron la denuncia de José María Juncadella tuvieron lugar en julio pasado, cuando el financiero protagonizó un incidente callejero en pleno centro de Barcelona. Según lo declarado por Juncadella en la comisaría, De la Rosa le abordó en plena calle y tras insultarle profirió amenazas contra su persona. Pocos días después de presentada la denuncia, la policía acudió al domicilio de De la Rosa y le llevó a prestar declaración en la comisaría.

Según fuentes cercanas al caso, José María Juncadella decidió, a última hora de la tarde del pasado martes, aceptar las excusas de De la Rosa por el hecho de que al estar este último en libertad bajo fianza, una condena, por pequeña que fuera, supondría su detención.

Pese a tratarse de un hecho de menor importancia, la convocatoria a juicio de De la Rosa despertó el interés de buen número de informadores. Incluso el letrado de De la Rosa, Juan Piqué Vidal, acudió personalmente, hecho inusual. Quien no apareció fue el financiero.

Como suele ocurrir en ese tipo de asuntos, las dos partes se acusan mutuamente y por eso el juicio de faltas estaba previsto contra los dos: De la Rosa y Juncadella. Sin embargo, la vista no llegó a celebrarse ya que la defensa de Juncadella entregó un escrito en el juzgado en el que informaba que había recibido ya cumplidas disculpas de De la Rosa. Retirada la ofensa, el juicio no se llegó a celebrar y el magistrado dictó in voce la sentencia absolutoria de De la Rosa.

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