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Dimite el líder del Partido Unionista del Ulster, clave en el proceso de paz

La dimisión de James Molyneaux, líder del Partido Unionista del Ulster (UUP), anunciada ayer en Belfast, añade una nueva incógnita al proceso de paz sobre Irlanda del Norte. Con una presencia de nueve diputados en el Parlamento de Westminster, y una base electoral en el Ulster del 35%, la posición del UUP es clave en las negociaciones políticas sobre el futuro de la provincia.Desde la Declaración de Downing Street en 1993 (que desembocó en el alto el fuego del Ejército Republicano Irlandés, IRA,) el UUP, cuyos diputados han apoyado en sucesivas ocasiones al Gobierno minoritario de John Major, ve con recelo y sospecha la línea tomada por Londres. El UUP considera que el Partido Conservador ha traicionado no sólo a Molyneaux, sino a la causa integrista de los unionistas en favor de una futura reunificación de Irlanda. Rechaza, de momento, las iniciativas expuestas en el documento marco sobre el futuro del Ulster publicadas en febrero. Y se niega a conversar con el Sinn Fein, rama política del IRA, mientras exista el riesgo de un retorno a la lucha armada.

Al hacer coincidir su dimisión con el inminente primer aniversario del alto el fuego, Molyneux reivindica en cierta forma su influencia en el capítulo de entrega de armas. Porque la reticencia del Gobierno de Londres a iniciar conversaciones multilaterales mientras el IRA conserve su arsenal se debe en parte a la intransigencia de los unionistas. Por ello, el ministro de Irlanda del Norte, Patrick Mayhew, insistió el viernes en que el éxito de las negociaciones se basa en el consenso de ambas comunidades norirlandesas.

Tres posibles candidatos

Tres personalidades están emergiendo como posibles candidatos al liderazgo del UUP: el diputado John Taylor, pragmático y creativo; el reverendo Martin Smith, adalid de la historia protestante, y William Ross, candidato de la unidad. Las concesiones anunciadas por Mayhew el pasado viernes -posible liberación anticipada de prisioneros, reforma de la policía local y revisión de la legislación antiterrorista- apenas han contribuido en la aceleración del proceso de paz. No sólo porque se califican en medios republicanos y nacionalistas de "escasas y tardías", sino también porque vinieron acompañadas por la insistencia en la entrega de armas. El retraso demuestra la falta de acuerdo entre Londres y Dublín sobre la fase siguiente del proceso de paz: la estructura de las conversaciones entre todos los partidos de Irlanda del Norte.Sin embargo se aprecian también signos positivos en el aparente bloqueo de posiciones. El presidente (chairman) de Sinn Fein, Mitchel McLaughlín, señaló durante el fin de semana que se considerará "muy seriamente" las propuestas sobre la creación de una comisión internacional para vigilar la reducción del arsenal del IRA.

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