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SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES

Ni cursi ni batracio

Todo previsible. La cursilería informatizada de Ponce, el telele batracio de El Cordobés, la irremediable flojera de unos toros machacados en varas y muertos -¡todos!- a bajonazos. Menos mal que estaba Higares. Riguroso, seguro, inteligente, templó y ligó en su primero, sabiendo dejarle respirar. Al quinto le lanceó excelentemente, pero luego el bicho se le asustaba hasta del abaniqueo. Mal a espadas, aunque tampoco peor que los otros.Los otros hicieron los números que el circo espera de ellos. Ponce, la faena de siempre, en sus dos toros. Limpio, sin emoción en el inválido primero, al que degolló carniceramente, el tan finústico; también el cuarto se le caía al bajar la mano, pero Ponce tiene programado dar ayudados por bajo, y lo hace, así ruede el toro y sucumba Roma.

Cunhal Ponce, Higares, Cordobés

Toros de Cunhal Patricio, gordos, muy flojos, cómodos de cabeza, nobles. 1º y 5º, inválidos. 5o, manso.Enrique Ponce: salida al tercio; dos orejas. Óscar Higares: oreja; oreja. El Cordobés: salida a los medios; dos orejas. Plaza de La Tercera, 27 de agosto. 2ª de feria. Casi lleno.

El presidente se ganó un broncazo por no conceder orejas a El Cordobés en su primero, pero en el sexto premió con los apéndices la exhibición renacuajil de un diestro que, fuera de esas nerviosidades, logra que su repertorio se atenga a la más estricta y olvidable vulgaridad, interpretada además con suma incompetencia. Higares, para el. buen entendedor, hizo evidente: que torear es lo opuesto a las, posturitas más repujadas y a los despatarramientos más antiestéticos. Claro que para torear se: necesitan toros, y no armarios regordíos a los que se desvencija cada tarde desde los caballos.

Por otra parte, en Barcelona cortaron oreja Javier Vázquez, que hizo un faenón, y Pepín Liria, informa Pau Nadal. Víctor Mendes fue ovacionado, como Vázquez y Liria en su otro enemigo. Lidiaron reses de Murube, bien presentadas y de juego desigual. En la segunda de Colmenar Viejo, José Ortega y Uceda Leal cortaron oreja y fueron silenciados en el otro. Tomás Luna tuvo silencio y palmas tras aviso. Lidiaron novillos de Auxilio Holgado, bien presentados y flojos.

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