_
_
_
_
_

Al asalto de la banca británica

Alemanes, holandeses y suizos toman control de los, bancos de inversión británicos

Victoria Carvajal

El último asalto continental a la City londinense se dio la semana pasada con la decisión del Dresdner Bank de comprar el banco de inversiones británico Kleinwort Benson por 1.000 millones de libras (unos 19.5.000 millones de pesetas). Esta adquisición culmina -por lo menos de momento- seis agitados meses para la industria de la banca de inversión: el pasado febrero, el banco de la reina Isabel II, de Inglaterra, Barings, fue rescatado de la quiebra por el grupo financiero holandés ING, y hace dos meses, Morgan Warburg, el mayor, banco de inversiones londinense, fue adquirido por Suisse Bank Corporation (SBC). La venta o absorción de estos tres bancos de inversiones británicos Barings han cos, algunos de ellos con más de dos siglos de historia a sus espaldas, se produce dueño en los seis años después de Utimos meses que el Deutsche u Bank abriera la veda adquiriendo la entidad Morgan Grenfell. "No nos, olvidemos. Londres no era un centro financiero hasta que llegaron los europeos", ironizaba recientemente, en unas declaraciones a la revista Investors Chronicle, Win Bischoff, presidente del banco Schroders, uno de los pocos que aún es independiente, sobre el desembarco en la City de los grandes grupos alemanes, suizos y holandeses. "Warburg, -Barings, Kleinwort Benson, Hambros, Schroders..., todos procedían de Europa continental". La reestructuración salvaje de la banca de inversión londinense se remonta al llamado Big Bang, en 1986, que supuso la desregulación total de los mercados financieros británicos. Esta reforma eliminó las comisiones fijas en la compra de bonos o de acciones, suprimió la, separación entre las funciones de venta, el aseguramiento de una emisión, la intermediación en los mercados de valores y, sobre todo, permitió a las instituciones extranjeras adquirir entidades británicas. Los pesos pesados de la industria de la banca de inversión, Merril Lynch, Goldman Sachs y Morgan Stanley se apresuraron a abrir oficinas en Londres. Con más recursos financieros y una fuerte presencia. global, éstos les han quitado a los bancos británicos gran parte de su negocio en Europa continental, desde las fusiones y adquisiciones, hasta el aseguramiento de emisiones de acciones, pasando, por la intermediación en los mercados de valores y gestión de carteras. Desde entonces, "la posición de los 'bancos de inversión londinenses se ha deteriorado por la falta de capital,. la escala presencia en el exterior, estructuras de costes muy rígidas y alta volatilidad en los resultados a causa del creciente peso en su negocio de la intermediación en los mercados de Valores", resume la agencia de calificación Moody's en un informe reciente sobre estas entidades.

Más información
233 años de historia
Orígenes distintos
Un banco familiar

El banco de inversión británico más grande, Warburg, tiene 1.000 millones de libras de capital (el doble que el segundo rival en tamaño, Schroders), "pero una quinta o sexta parte que un competidor estadounidense", se seña la en el citado documento. Las instituciones británicas se embarcaron, además, en un fuerte aumento de sus costes. (fuertes incrementos de los sueldos y de las gratificaciones para competir con sus rivales estadounidenses) durante la bonanza financiera de 1993, en la que se hicieron ganancias mi llonarias con la crisis del Sistema Monetario Europeo y la subida de la deuda europea. El excelente resultado en ese año no se pudo mantener en 1994, cuando la subida de los tipos de interés en EE UU en enero de ese año dio la vuelta a las expectativas y provocó unas pérdidas masivas en los mercados de deuda. Otro tanto ha pasado en 1995, con el colapso de los mercados emergentes tras la crisis de México.

Pero la compra de Kleinwort no cierra la reestructuración de la banca de inversión europea, coinciden en señalar varios expertos. Los analistas de Moody's ponen en duda la posibilidad de que otros bancos puedan mantener su independencia. La competencia de grandes grupos extranjeros "está presionando a los bancos a fusionarse, a encontrar un padre con bolsillos profundos", señalan las mismas fuentes. "Para ser un jugador, los bancos necesitan ofrecer una gran varieded de productos en numerosos mercados y fuera de- su sede doméstica", añaden. "Las operaciones mas rentables son las internacionales, en las que los bancos de inversiones necesitan tener una red global, es decir, capacidad para colocar una emisión de acciones de cualquier compañía en Estados Unidos, el Reino Unido, Europa continental y Asia".

John Hennesy, presidente de CS First Boston, no tienen ninguna duda de que la reestructuración del sector se acelerará en los próximos años: "Están desapareciendo los bancos tradicionales de tamaño medio y sobrevivirán sólo cuatro o cinco bancos globales con capacidad para atender todos los servicios", declaraba a EL PAÍS el pasado 19 de junio. David Hunt, socio de la consultora McKinsey, cree también que sólo hay sitio para unos pocos jugadores a escala global. "El resto de los bancos deben especializarse geográficamente y no pretender competir con los estadounidenses en las colocación de emisiones globales, sino ofrecer asesoramiento e intermediación a sus clientes europeos, que valoran el concocimiento del mercado local y las relaciones".

¿Hasta qué punto la crisis de la banca de inversion británica está relacionada con la caída de la influencia del Reino Unido en el comercio y la economía mundiales, y con la pérdida del carácter de moneda-reserva de la libra esterlina?. El esplendor de los bancos británicos coincidió con el dominio del Reino Unido en el comercio mundial, a finales del siglo, XIX y principios del XX.

Para algunos analistas, sin embargo, las recientes adquisiciones demuestran precisamente la confianza en Londres de los grandes grupos financieros extranjeros. De hecho, ninguno de los grupos que recientemente han adquirido bancos británicos ha anunciado planes para trasladar su centro de operaciones a Francfort, que será la sede del futuro banco central europeo. Pero ese momento no está cerca. Los 600.000 profesionales que trabajan en finanzas en Londres equivalen casi a la población de la ciudad alemana. Moody's cree que pese al declive relativo de la economía del Reino Unido, "los bancos de negocios británicos seguirán teniendo la gran ventaja de estar en el centro financiero intemacional".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_