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El Albacete toma ventaja en Salamanca

El conjunto manchego consigue medio billete para mantenerse en Primera

Cuatro años hacía que el Salamanca y el Albacete no se veían las caras. Y la última vez que lo hicieron fue para tomar, al concluir el encuentro, derroteros bien distintos. Después de aquel partido que tuvo como escenario el Carlos Belmonte y que ponía broche a la temporada 90-91, los manchegos, dirigidos como ahora por Benito Floro, conseguían su primer ascenso a Primera División y los unionistas caían al pozo de la Segunda B. Necesitaba el Albacete, para saberse en la máxima categoría del fútbol nacional, ganar al Salamanca. Y lo consiguió.El azar quiso, el pasado domingo, que volvieran a encontrarse. Ahora, a diferencia de entonces, los albinegros habrían de luchar para ver hecho realidad el sueño de retornar a Primera División. Los manchegos, por no ceder la plaza que se vio condenado a defender, tras el serio correctivo que le impuso el Deportivo en la última jornada liguera.

Sonaba anoche, pues, en el Helmántico la apertura de una sinfonía que tendrá notas definitivas la semana que viene. Juan Manuel Lillo había comentado que el Salamanca huiría del temor, porque el temor impide crecer y el Salamanca es un equipo que intenta crecer constantemente. Así, encaró el partido dispuesto a ello, a dar el paso que le aupase un poco más en el reencuentro con la que durante diez temporadas fue su categoría.

El Albacete evidenció pronto que trataría de impedirlo como fuese y Coco vio la tarjeta a sólo 20 segundos de iniciado el encuentro tras derribar, sin contemplaciones ni ortodoxia alguna, a un Vellisca que dejaba bien a las claras sus intenciones de inquietar por la banda en la que evolucionaba.

Una gran intensidad, pues era mucho lo que a ambos iba en el envite, se extendía sobre el césped. El Salamanca, sin complejo alguno, con ganas de resolver, de crecer cuanto antes avisó al Albacete por mediación de Vellisca, primero, y de Quico, después. Mandaba la unión sobre el campo, suya era la hegemonía, cuando por la derecha, por donde ya había recibido algún esporádico susto, le llegó la sorpresa. Zalazar saca uña falta desde la izquierda, al segundo palo, donde Bjelica para con el pecho y logra batir a Olabe.

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