Grecia desafía a Turquía al ratificar la ley que le permite extender sus aguas
El Parlamento griego ratificó ayer la convención internacional sobre el derecho del mar, que le otorga en teoría el derecho a extender sus aguas jurisdiccionales de 6 a 12 millas, pero no ha tomado esta decisión que, de aplicarse en el mar Egeo, cuyas aguas son costeras con Turquía, sería casus belli para el régimen de Ankara. Éste decidió ayer seguir adelante con su plan de maniobras militares en las aguas de la discordia y volvió a manifestar su rechazo frontal a cualquier ampliación unilateral por parte de Grecia.
En la resolución, el Parlamento griego advierte que el tratado se aplicará "cuando se estime conveniente" para la defensa de los intereses nacionales.Ankara había mostrado ya los dientes el pasado noviembre, cuando entraba en vigor la convención, de la que Turquía no es firmante, y amenazó a Grecia con una guerra si hacía uso de esos derechos.
Ambos países, socios en la OTAN y enemigos desde hace siglos, no han podido llegar a un acuerdo sobre la soberanía de la plataforma continental de las islas griegas del Egeo, cientos de las cuales casi rozan las costas occidentales de Turquía. Ésta desea un estatuto especial para evitar que el Egeo se convierta en un "lago griego". En marzo de 1987, ambos países estuvieron al borde de la guerra por la insistencia turca en enviar un buque investigador de yacimientos de petróleo a la zona en disputa.
Como declaró en el Parlamento griego el viceministro de Exteriores, Georgios Alexandro Mangakis, la ratificación del convenio arma a Grecia con una herramienta contra las amenazas de Turquía. Antonis Samarás, líder de un partido de oposición conservadora con tendencia nacionalista que no tomó parte en la ratificación del convenio, acusó a sus compañeros en la Cámara de "desperdiciar" Una oportunidad única para extender sus aguas jurisdiccionales, "ahora que la comunidad internacional está del lado griego", y pronosticó que se perderá a la larga dicho derecho. El portavoz oficial, Evangelos Venizelos, comentó que la actitud turca crea un clima "de tensión artificial", que, con la ratificación, "no ha cambiado nada", y que ha sido un acto de mera rutina.
Las flotas de ambos países se encontrarán en el Egeo entre el 4 y el 9 de junio, separadas por una distancia de seguridad, en unas maniobras.
