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El fugitivo Schneider da señales de vida y acusa al Deutsche Bank

Jürgen Schneider, el empresario inmobiliario de 60 años que desapareció en abril del año pasado y dejó tras de sí 6.700 millones de marcos en deudas (más de me dio billón de pesetas), ha dado por primera vez señales de vida con visos de autenticidad.En una cassette, enviada a través de su abogado suizo al programa Frontal de la segunda cadena pública de la televisión alemana (ZDF), Schneider expresa su deseo de regresar a Alemania, si se levanta la orden de captura en su contra, "para trabajar y vivir allí con nuestros hijos, nuestra familia y los amigo".

Schneider se había convertido en un fantasma desde su desaparición hace 410 días, materia de la que se nutre la prensa amarilla alemana, qúe a lo largo de más de un año localizó, o creyó localizar al fugitivo, en los lugares más inverosímiles: desde las playas de Miami u otros lugares del Caibe a los calores de Paraguay, en Irán con presuntos amigos ayatolas e incluso enterrado en un bloque de cemento en los cimientos de alguno de sus edificios en Leipzig.

Nada de esto parecía digno de crédito, salvo esta cassette que ayer por la noche tenía previsto emitir la ZDF. La fiscalía de Francfort, la encargada de la captura del fugitivo, admitió que nada induce a pensar que se trate de una falsificación. El Deutsche Bank calificó ayer de "frescura considerable" las acusaciones del empresario.

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