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Ruiz Gallardón sofoca con palabras la ira vecina

José Manuel Romero

VIENE DE LA PÁGINA 1

El aspirante socialista, con gorra de chulapo, como hace cuatro años, echó azúcar a su verbo: "Hoy es un día de descanso electoral. Espero que el resto de los candidatos se lo pasen tan bien como yo". En los ratos libres, junto a sus colaboradores, aprovechó para urdir estrategias antiPP: "La semana que viene nos volcaremos en demostrar que los impuestos municipales han subido un 40% durante el mandato de Álvarez del Manzano, aunque el alcalde asegure que se han congelado", anunció De la Riva.

En el corazón de aquella fiesta con olor a churro y chorizo, los residentes del Cerro de la Mica, un conocido supermercado de la droga vecino de la ermita, gritaban su mala suerte sin hacer caso al cura que, unos metros más arriba, pregonaba su misa de campaña. Atrincherados junto a los predios del santo, los afectados aguardaban la Aparición del regidor, que, como suele, tardó una hora. Puntual, sin embargo, su compañero de partido, Alberto Ruiz Gallardón, lidió con entereza el embate vecinal: "¡No queremos droga, queremos justicia. Queremos que se vayan del Cerro de la Mica!".

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El aspirante del PP a la presidencia regional se olvidó de las promesas y se agarró a la calle: "Las administraciones han fracasado en su batalla contra la droga. Lo mejor que se ha hecho hasta el momento contra la droga lo ha hecho la sociedad", proclamó. Las soluciones que prometen los folletos propagandísticos del PP las colocó a continuación: "Para evitar que distintos barrios sigan siendo supermercados de la droga tolerados por las fuerzas de orden público hay que garantizar una presencia policial preventiva y las actuaciones conjuntas de todas las administraciones. Para eso, nosotros proponemos una agencia antidroga".

Con los vecinos serenos y alejados, subió el alcalde. Y se coló para beber agua del santo. Cien creyentes hacían cola, otros abuchearon al alcalde. Avergonzado, Ruiz Gallardón hizo mutis. Discreto. Junto a los toros que morirán en Las Ventas, comieron los dos favoritos del 28 de mayo.

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Izquierda, Unida tomó el puente de Toledo para discursear a sus bases. Ya en la feria, Paco Herrera, el aspirante a regidor, intercambió alfileres con el alcalde. Ángel Pérez, candidato por primera vez a presidente regional, se lamentó en Leganés de las servidumbres de campaña electoral: "Tengo la sensación de estar en una aula con otros dos monos, y la ente mirándonos. Es como un concurso a ver quién promete más".

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