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ELECCIONES EN ARGENTINA

El nuevo Peron

El presidente Carlos Menem pretende dejar la misma huella que el fundador del movimiento justicialista

Juan Jesús Aznárez

La noche del triunfo, en el programa Tiempo Nuevo de Bernando Neustadt, Carlos Menem brindaba con un vino de sus bodegas, marca Menem. Lo había comprado el periodista. "Me parece bien, de algo tengo que vivir", comentó el presidente electo. Menem, nacido en La Rioja el 2 de julio de 1930, ha, vivido fundamentalmente para la política desde las filas del peronismo, en las que ingresó de estudiante en la Facultad de Derecho. Podría no hacerlo porque su fortuna personal es cuantiosa. Pero las satisfacciones no son las mismas según propia confesión.Carlos Menem leía sobre los audillos nacionales desde muy jóven y la lectura del libro sobre unos de ellos, Facundo, fue de cabecera. Pronto entró en acción. Después del golpe militar que derrocó al histórico general Juan Domingo Perón fue defensor de militantes perseguidos, y fundó Juventud Peronista cuando el movimiento estaba prohibido. Elegido gobernador de la Rioja 1973 sufrió cinco años de prisión cuando se impuso a sangre el golpe militar del 24 de marzo e 1976. En 1981 volvió a ser designado gobernador provincial y después logró la reelección. "No conozco el gusto amargo de la derrota", dijo el domingo. Casi siempre ha sido así. Ganó las elecciones internas del justicialismo en 1989 sobre su oponente, Antonio Cafiero, y venció en los comicios generales de aquel año. La reforma constitucional del pasado lo habilitó para el ansia do segundo mandato, su gran ambición, aunque anunció que volverá a presentarse en el 2003. Nadie duda sobre uno de sus objetivos fundamentales: emular al gran caudillo Perón, tres veces jefe de gobierno y creador del Partido Justicialista,en cuya dirección se aseguró Menem el segundo mandato. Llegó al poder asustando con las grandes patillas gauchas, que pronto acortó, al igual que su discuro e inicial programa. Cambió el poncho por la chaqueta cruzada, y acometió una rotunda reforma de la economía argentina sustentada en recetas neoliberales. Su peluquero en tiempos, Miguel Romano, nunca estuvo de acuerdo con los anteriores postizos, capilares del polémico jefe del Estado. "Además ¿por qué?. Si el tiene un pelo bellísimo, dócil fácil de peinar. Pero hace poco me dijo que ahora se siente mucho más cómodo. Igual para mí, con pelo o sin pelo, es lo mismo: el hombre más elegante del mundo. ¡Qué prestancia! !Que corbatas!. !Que trajes!".

Sus rivales le imputan constantes contradicciones en sus declaraciones políticas, frivolidad, especial debilidad por la cercanía de la jet, la farándula y las bellezas coristas. Y es cierto que cita mal a los clásicos y, que de acuerdo a la maledicencia popular, se muere por unas faldas bien puestas e incluso las persigue cuando la ocasión es propicia. En la asa de Gobierno o en la resiencia presidencial de Olivos, ha recibido a Julio lglesias, Michael Jackson, Claudia Schiffer, los Rolling Stones o Gina Lollobrigida.

Pero no son estas características, las que perfilan su figura en la Argentina contemporánea, ni los aspectos que decidirán su lugar en la historia. Su audacia política cuando indultó a los verdugos de la última dictadura militar, terriblemente dolorosa para las familias con hijos, padres, hermanos, amigos desaparecidos o asesinados, conjuró la amenaza golpista, y permitió entrar de lleno en la transformación de unas estructuras económicas inservibles. "Linda manera de poner la casa en orden", anunció una madre. El paro aumentó, la corrupción es todavía seria y la insensibilidad de su Administración en asuntos relacionados con la salud, la enseñanza o situación de los jubilados es motivo de constantes quejas. Sin embargo, las elecciones del domingo para desgracia de quien aborrecen el estilo presidencial demostraron que en el balance de la gestión gubernamental de Menem influyeron más los logros que los fracasos. La derrota de la inflación cuando ésta subí por las nubes, y las privatizaciones llevadas a cabo, le ganaron el apoyo de quienes más la sufrieron y los elogios del capital extranjero, que llegó masivamente y efectúa en el país suculentos negocios.

Hincha del River Plata, ha intervenido personalmente enla contratación de jugadores y entrenadores. La relación con Diego Armando Maradona pasó de una enemistad difícil de ocultar a los estrechos vínculos de ahora. Antes de la jornada electctoral, el futbolista anunció que le votaría. Tremendamente intuitivo para conectar con la mayoría, neutralizó el sirdicalismo y dividió a sus oponentes. Menem disfruta con el poder y sabe ejercerlo, aunque para ello deban subordinarse a sus decisiones instancias que debieran discutirlas. Tramita un proceso de divorcio de su esposa Zulema, con quien parece haberse reconciliado después de la muerte de su hijo Carlos.

El matrimonio tiene un hija, Zulema. Con un agitada vida, Menem atravesó hace muy poco el peor trance de todos cuando Carlos perdió la vida en accidente de helicóptero.

Neustadt, poco antes, del brindis de la victoria, le preguntó. "No se le ve eufórico, presidente". "Tú sabes por qué...", respondió éste.

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