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Clinton advierte a Japón que actuará contundentemente en el conflicto del automóvil

Antonio Caño

Las aguas del Pacífico vuelven a ser, justo 50 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, escenario de la tensión entre Estados Unidos y Japón. Mientras en Washington el presidente Bill Clinton advertía que está dispuesto a actuar contundentemente contra su principal rival económico en el conflicto sobre los automóviles, las guardacostas norteamericanas abordaban en el Pacífico dos barcos japoneses a los que acusaban de pescar ilegalmente.

Bill Clinton dijo ayer en su discurso radiofónico de los sábados que Estados Unidos "está dispuesto a actuar y actuará si tiene que hacerlo" para reducir el déficit comercial con Japón en el mercado de coches. "No queremos un conflicto comercial con Japón", dijo, "pero no renunciaremos a luchar por un trato justo para los productos norteamericanos".El presidente estadounidense advirtió, tres días después de que su Gobierno anunciara medidas de represalia contra los productos de exportación japoneses, que la apertura del, mercado de automóviles es fundamental para la reducción de los 66 000 millones de dólares de déficit acumulados el año pasado en el comercio con ese país.

"Hemos conseguido 14 acuerdos en 27 meses para abrir el mercado japonés a todos los productos, desde manzanas a arroz, de equipos de telecomunicaciones a servicios, pero cuando llegamos a las ventas de coches y de repuestos nos seguimos estrellando contra un muro de ladrillo", manifestó Clinton. El mercado del automóvil representa más de un 60% del total del déficit norteamericano.

Este conflicto, formalmente declarado cuando el representante de Comercio de Estados Unidos, Mickey Kantor, anunció un pleito ante las instituciones internacionales responsables del comercio, se vio potenciado ayer con un episodio pesquero que trajo rememoranzas del pasado bélico entre los dos países.

En un área de sangrientos combates durante la Segunda Guerra. Mundial, en aguas situadas entre el territorio japonés de Iwo Jima y las islas Marianas, un archipiélago bajo administración norteamericana, la flota estadounidense abordó dos pesqueros nipones a los que acusó de faenar ilegalmente y detuvo a los 35 miembros de su tripulación.

EE UU administra esas islas, situadas al norte de Guam y a un millar de kilómetros al sur de Tokio, desde que las ocupó militarmente en 1944 cuando su soberanía le correspondía a la Alemania nazi. Los pesqueros japoneses tienen una larga tradición de disputa con Rusia por su actividad en aguas cuya soberanía reclaman ambos países, pero no se recuerda otro incidente con guardacostas de EE.UU.

Este parece, por tanto, producto del, clima de tensión entre Washington y Tokio por culpa de la guerra del automóvil. En los próximos días, la Administración norteamericana hará pública una lista de productos japoneses sobre las que se aplicarán represalias. Después se abrirá un plazo de un mes para considerar los efectos de esas sanciones y dar una nueva oportunidad a la negociación. Cumplido ese periodo, comenzarán a regir las sanciones.

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