El exito de la razon
Siempre que me piden que escriba algo sobre alguien admirado, me pregunto si podré glosar a tan ejemplar personaje; en este caso voy a esforzarme porque escribir de Andoni Zubizarreta es un gran honor para mí. Me lo presentó su aita, hace muchos años en mi Zarautz natal. Queria a toda costa mi autógrafo y decirme que el también jugaba de portero en el colegio y que yo era su ídolo. Pues bien, mira por dónde, cinco años después cuando él contaba con 18, conseguimos ficharle para el Athletic después de hacerle un seguimiento en su etapa juvenil.Los informes de nuestros ojeadores y el staff técnico fueron muy favorables y nuestro presidente Pedro Aurtenetxe, ante la necesidad y la importante cifra que había que pagar, me responsabilizó del fichaje.
Yo fui tajante: '"fíchalo, ya, ahí hay clase y tenemos portero para dos décadas". Por desgracia sólo estuvo cinco anos con nosotros. Otros clubes han tenido y van a tener la suerte de contar con él durante más años.
Lo primero que me llamó la atención fue su personalidad. Pensaba y actuaba como un hombre ya hecho, era tranquilo y no se dejaba influenciar por el ambiente; en la portería lo hacía fácil e intentaba dominar todo el área para facilitar el trabajo de los defensores. Asumía riesgos con la confianza de que podía con ellos. Al principio fue cuestionado porque esto le hacía cometer errores en algunas salidas, pero fuimos corrigiendo en el día a día, mejorando su coordinación y agilidad de piernas llegando a conseguir el ajuste de las salidas perfectamente.
Todo esto ha sido posible porque Andoni se dio cuenta de que la clave estaba en la autocrítica y en el entrenamiento, corrigiendo y puliendo los defectos tanto físicos como técnicos. Esta humildad, su afición, sus cualidades, su capacidad para razonar es lo que le ha llevado a lo más alto.
Su partido número 100 como internacional le convierte en un auténtico número uno e incluso sus detractores tendrán que reconocerlo así. Ahora yo he captado con gozo que en este mundo de envidias y fobias Andoni ha conseguido el respeto de sus. compañeros, adversarios, entrenadores, críticos y aficionados. Y es porque su dimensión humana traspasa lo deportivo y llega a la sociedad como un modelo de comportamiento a seguir. Zorionak.
