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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Cara indocumentación

Escribo esta carta para narrar los acontecimientos ocurridos en la noche del día 12 de febrero en la M-30 madrileña. A la altura del kilómetro 19, enfrente de la mezquita se había producido un accidente en el que participaron siete vehículos, cinco de ellos re tirados al arcén, uno al otro lado de la autovía en dirección norte, y el presumiblemente autor del múltiple accidente, que huyó. Yo me incorporaba por el carril lateral hacia la dirección sur y cuando estaba en el carril se gundo y después de esquivar un vehículo atravesado en la calza da, por detrás apareció un Rover azul, golpeándome por el lateral izquierdo trasero. A los 20 minutos de ocurrido el accidente apareció la Policía Nacional. Un agente tomó mis datos del carné de conducir, pero dijo que me de nunciarían por olvidar los pape les del automóvil. Éste estaba cargado en una grúa esperando que la Policía Municipal apare ciera; tardó 50 minutos. En el accidente hubo dos heridos que ya habían sido llevados por el Sa mur al hospital.

Al hablar conmigo una agente de la Policía Municipal dijo que mi vehículo tenían que llevarlo a Mercamadrid, un cementerio de coches municipal, como pueden comprobar si en alguna ocasión lo desean, por no llevar la documentación del automóvil. Posteriormente, después de bajar mi coche de la grúa privada lo subieron a una propiedad de la Policía Municipal. La agente mencionada me sugirió que al día siguiente llamara a esa misma grúa, ya que había realizado los trabajos de cargar y descargar el coche. Yo suelo llamar a la grúa del RACE.Por fin terminó un largo día 12 de febrero. A la mañana siguiente me presenté en la calle de Alfonso, XIII, donde me habían indicado los agentes.

De allí me mandaron a la calle de José Salmerón, creo que se llamaba así, y de aquí a la comisaría de Chamartín, donde esperé media hora a que me atendieran.

En el despacho había cuatro agentes que por la tardanza supuse estarían muy ocupados.

Debido a lo extenso de la carta no les relato, lo allí sucedido, porque incluso me da vergüenza.

Llegadas las 13. 10 de la tardé di por finalizada una excursión que no había elegido, ya que tengo la suerte de trabajar.

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Espero me publiquen esta carta por un solo motivo, aunque pienso habría muchos: el destierro de mi vehículo a un cementerio donde apiñan los coches como basura; el periplo por las calles de medio Madrid para recoger un papel que me permitiera rescatar mi coche, ese único motivo es que la Policía Municipal tardó, como menciono en líneas más arriba, 50 minutos en llegar al lugar del accidente. De haber acudido puntualmente, el Rover y mi coche, el ZX, no hubieran chocado, porque hubiera habido la correspondiente señalización; el vehículo en la calzada estaría retirado y se hubiera evitado la colisión, además de no haber perdido dos días de mi trabajo.

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