El aval concedido a Conde y Romaní causa malestar entre directivos y accionistas de Bankinter

La decisión de Bankinter de avalar a Mario Conde y a Arturo Romaní para su salida de prisión ha provocado malestar en algunos directivos, accionistas y clientes de Bankinter, que consideran que ese apoyo no es bueno para la imagen del banco. Bankinter concedió el aval para que Conde y Romaní pudieran salir de la cárcel, en la que estaban en prisión preventiva.Entre los firmantes de la garantía que exigió Bankinter para dar el aval figuran los hijos de Mario Conde. Los dos hijos del ex banquero, a pesar de ser menores de edad, han tenido que firmar junto a su padre, ya que éste puso a su nombre parte de los bienes que han servido de garantía, según han expresado fuentes cercanas al ex banquero.

La negociación para el aval de Bankinter a Conde y Romaní fue llevada directamente con los principales responsables del banco, cuyo presidente es Jaime Botín. Aparte de Botín, pocas personas más conocieron la concesión del aval, si bien esto puede explicarse por la importancia del asunto y la celeridad con que se tramitó. El malestar se ha planteado en reuniones de directivos habidas estos días en las que, además, alguno de ellos ha transmitido la postura crítica. de algunos *clientes importantes, según han manifestado fuentes cercanas a la entidad. En general, las quejas se han formulado por la mala imagen que puede causar para Bankinter el apoyo a una persona cuyo prestigio está prácticamente por, los suelos, tras haberse conocido las operaciones realizadas en Banesto.Los responsables de Bankinter, en cualquier caso, han asegurado garantías muy altas para respaldar el aval, por valor superior a los 3.000 millones que la Audiencia fijó como fianza para su salida de la cárcel (2.000 a Conde y 1.000 a Romaní). Además, el banco cobrará al trimestre en torno al 5 por 1.000. Es decir, 10 millones a Conde y cinco a Romaní.

Mario Conde y Arturo Romaní no tuvieron que madrugar el martes para firmar el aval. Cuando llegaron a la casa del primero en la madrugada de ese día, una de las primeras cosas que hicieron fue firmar la garantía, de la que rápidamente se hizo cargo un emisario para hacerla llegar a su destino. La concesión del aval por parte de Bankinter estaba pendiente de esas firmas. Los hijos de Conde ya habían plasmado su autorización.

Las garantías que aportó Conde se refieren a las hipotecas de una de sus fincas, la de su casa de la madrileña calle de Triana y tres cuadros (un picasso, un gris y un marsh). Romaní podría haber incorporado la finca Los Melonares, limítrofe a Los Carrizos de Castilblanco de Mario Conde en Sevilla, que se repartieron entró ambos cuando la adquirió el ex presidente de Banesto.

Ayer Conde salió por primera vez de casa tras su libertad. Estuvo en el despacho de su abogado y con posterioridad volvió a su casa donde jugueteó un rato con su perro.

El financiero Jacques Hachuel finalizó ayer su declaración como testigo ante el juez Manuel García-Castellón, que instruye el caso Banesto, al que informó de los beneficios obtenidos en relación con la fusión de Urbis, Ceisa y Mas Camarena. Hachuel acudió por segundo día consecutivo a la Audiencia Nacional. El financiero declaró ayer. durante dos horas y centró su declaración en los 50,8 millones de pesetas de los que fueron beneficiarias empresas suyas.