Renace en EE UU el misterio de la muerte del líder negro Malcolm X
Treinta años después del asesinato de Malcolm X, la herida que dejó aquel crimen en la comunidad negra de Estados Unidos ha vuelto a abrirse con la noticia de que tal vez la hija del legendario líder quiso armar el brazo de la venganza. Qubilah Shabazz tenía cuatro años cuando vio cómo las balas acababan, en 1965, con la vida de su padre en un mitin multitudinario en Nueva York.Qubilah Shabazz, que tiene ahora 34 años, compareció ayer ante el juez Franklin Noel, de St. Paul-Minneápolis (Minnesota). Se declaró inocente de la acusación de compló para matar al principal sospechoso de la muerte de su padre, Louis Farrakhan, el mayor enemigo del líder legendario y actual jefe de la secta Nación del Islam. La policía detuvo entonces a tres activistas negros musulmanes.
El juez fijó la primera audiencia preliminar al juicio para el próximo 22 de febrero y propuso que la vista se inicie el 27 de marzo en Minneápolis.
Los fiscales afirman ahora que ella quiso vengar el crimen y que contrató a un asesino a sueldo para matar a Farrakhan. Estas acusaciones han sembrado el desconcierto y la polémica en la comunidad negra de Estados Unidos.
Qubilah Shabazz fue detenida por la policía la semana pasada e inculpada por los fiscales de haber contratado a un asesino a sueldo para matar al que fue el mayor enemigo de su padre y considerado por muchos sospechoso de estar implicado en el asesinato de Malcolm X.
Los fiscales no han dado por ahora el nombre del presunto asesino a- sueldo que, según la acusación, fue contratado por la hija de Malcolm X para asesinar a Farrakhan. Según la prensa norteamericana, se trata de Michael Fitzpatrick, un confidente de la policía desde hace años.
Farrakhan aseguró el pasado martes que Qubilah Shabazz no es culpable de ningún compló para asesinarle, como sostiene la Oficina Federal de Investigación (FBI). Farrakhan acusó al Gobierno de tender una trampa a la hija de Malcolm X para crear más división en la comunidad negra norteamericana.
