"Cuenten al mundo lo que están haciendo en Chechenia"
"Por favor, por favor, cuenten al mundo lo que están haciendo en Chechenia", imploraban ayer los habitantes de Grozni a los periodistas que informan sobre el conflicto. Lo mismo pensaba el Defensor del Pueblo de Rusia, Serguéi Kovaliov, en la capital chechena y con las bombas de los aviones rusos cayendo a menos de un kilómetro. En una conversación telefónica con EL PAÍS, Kovaliov, manifestó que los portavoces oficiales rusos mienten al decir que no hay bombardeo masivo sobre Grozni y que los independentistas "simulan" los ataques sobre zonas pobladas. "Es una mentira hipócrita", dijo al asegurar que había visto unos 20 cadáveres, algunos carbonizados.
El Defensor del Pueblo aseguró que "las bombas exterminan a la población civil, destruyen sus casas y no están dirigidas contra ningún objetivo militar". Kovaliov aseguró que el presidente de Chechenia, Dzhojar Dudáiev, no tiene medios para simular ataques de la aviación rusa. "Aquí nadie simula nada. Los oímos y los vemos [los bombardeos]" aseguró Kovaliov, quien se apartó del auricular para preguntar: "¿Los oye usted también?".
En un nuevo ataque aéreo lanzado a primeras horas de la noche de ayer por la aviación rusa contra los alrededores del Palacio Presidencial de Grozni murieron al menos otras nueve personas.
Por otro lado, el Defensor del Pueblo ruso mostró también su tristeza por la tímida respuesta internacional ante la acción militar rusa en la república rebelde del norte del Cáucaso. "Si hubiera presión internacional, las negociaciones podrían continuar", manifestaba desde la capital chechena. "Hay base para pensar que los dirigentes de Chechenia no hubieran presentado un acuerdo con Rusia como una victoria", afirmó Kovaliov, convencido de que una solución negociada hubiera sido "fácil" y hubiera permitido salvar el honor ruso.
