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Un sindicato policial justifica a los GAL y el resto ataca al juez

El Sindicato Unificado de Policía (SUP), el mayor del cuerpo, justificó ayer los fines de los GAL y mantuvo que el encarcelamiento de Julián Sancristóbal no ha sentado bien en la policía. El líder del SUP, José Manuel Sánchez Fornet, dijo a Efe que sin la actuación de los GAL "aún habría en Francia un centenar de terroristas dispuestos a empuñar pistolas para venir a España a asesinar", aunque indicó que "por razones morales" no compartía la forma de actuar de los GAL. Fuentes policíales insistieron ayer en el malestar de la policía y en su "extrañeza" porque el caso GAL no haya afectado a ningún político.

Fornet agregó: "Es posible que Garzón haya tenido información durante su paso por el ministerio que ahora esté usando, por lo que debería inhibirse". Mientras, el Sindicato Profesional de Policía (SPP) mostró ayer su "conmoción por las sorprendentes actuaciones de Garzón", al que recordaron que el principio de "obediencia debida" fue abolido en 1986 y que hasta en tonces toda la policía estaba sometida él.

La Unión Federal de Policías (UFP) consideró "inoportunas y precipitadas" las detenciones y que el juez "debería haberse efectuado de forma más rigurosa". La UFP cree que las detenciones son fruto de venganzas personales".

El Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU) indicó que la reapertura del caso por Garzón puede ser fruto "de una rencilla política" tras su paso por el Interior y que debería "haberse inhibido". La Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU) reclamó que se clarifiquen "las responsabilidades de los políticos" e indicó "que el mejor sitio para recabar información es La Moncloa".

HB anima a Garzón

Por otra parte, el portavoz de HB Jon Idígoras animó ayer a Baltasar Garzón a "tirar de la manta caiga quien caiga" para restaurar el Estado de Derecho en España en relación con los asesinatos de los GAL. "Garzón debería ser capaz de poner nombres y apellidos a los responsables de tanto crimen de Estado", dijo en un momento de su comparecencia ante la prensa. "Desde Felipe González hasta el último policía", agregó.Idígoras reiteró que detrás de José Amedo y Michel Domínguez están "el Ministerio del Interior, el Gobierno español y los responsables del Estado (...) Los GAL fueron un brazo dirigido, pagado y planificado por el Estado, con el control del Gobierno". Idígoras indicó que las "debilidades" de los "mercenarios Amedo y Domínguez" han desembocado en lo que calificó como "la rebelión de las cloacas", y, dirigiéndose a los jueces y al magistrado Garzón, añadió: "Esperamos que sean coherentes con la Justicia y dignos con ellos mismos para subir las escaleras del Ministerio del Interior con todas la consecuencias que esto pueda tener".

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