"Guiness" de los récords
Las grandes palizas que se han producido en el deporte mundial
dignas de ser incluidas en el libro Guinness de los récords, que, de hecho, recoge algunas. En el torneo de la amistad de balonmano disputado en 1981 la selección de la URSS ganó por 86-2 a la de Afganistán. En los JJ 00, el balonmano ha deparado un 29-1 de Alemania frente a EE UU en 1936 y un 44-10 de Yugoslavia a Kuwait en 1980, mientas que en los Mundiales Francia se impuso a Luxemburgo por 41-8. Por clubes, en la eliminatoria previa de la Copa de Europa de 1991 el Volkbank de Viena ganó sus dos partidos contra el Tryst de Inglaterra por 17-50 y 51-18.
En hockey sobre hierba, India cerró el marcador con 24-1 ante EE UU en los Juegos Olímpicos de 1932. En hockey sobre hielo, Australia vapuleó a Nueva Zelanda por 58-0 en el Mundial de 1987. En rugby, durante una de sus giras, el potente equipo de Nueva Zelanda venció al de Australia del Sur por 117-6 en 1974. Los deportes individuales producen también palizas más limitadas por el reglamento, como el triple 6-0 del tenis. En golf las tarjetas incapaces de dar cabida a tantas anotaciones son numerosas; pero, por poner un ejemplo, en el Open Británico celebrado en 1860 en Prstwick un jugador necesité 21 golpes para concluir un solo hoyo.