Keith Carradine trae a España un filme de fondo ecologista

Después de años de dedicación a la música y al cine independiente norteamericano, fuera de los circuitos de las grandes producciones de Hollywood, Keith Carradine, el mediano del clan Carradine, ha decidido interpretar su primer filme convencional. Basado en un hecho real, Una foca en mi casa narra la historia de la adopción de una foca por parte de una familia en los años sesenta y las relaciones y cambios que sufren en su seno.

"Lo que más me llama la atención de un guión es que la lectura me enganche de tal manera que no pueda perderme. El guión. de Una foca en mi casa está especialmente bien escrito y no sólo cuenta una historia emotiva sino de gran veracidad y sínceridad", confesó ayer Keith Carradine (44 años), quien se encuentra en Madrid promocionando el filme, que protagoniza junto a la niña Tina Majorino y que se estrena en las pantallas españolas el próximo 23, de diciembre. "Me interesó no sólo cómo la gente puede llegar a cambiar la vida de un animal, sino cómo éste también cambia a las personas que conviven con él", señaló Carradine.El intérprete de numerosos filmes de Robert Altman y Alan Rudolph, dos de los cineastas norteamericanos tildados de independientes, cree que Una foca en mi casa ejemplifica cómo "al ser humano hay que ponerle al borde del abismo antes de que entienda el mensaje de la importancia de convivir con la naturaleza y los animales". "Ya sé que es la historia de siempre, pero ¿la hemos cumplido?", se pregunta Carradine.

Ganador de un Oscar en 1975 por su canción I'm easy, que él mismo escribió e interpretó en el filme de Altman Nashville, Carradine, quien, acostumbrado a las bajas temperaturas de las montañas de Colorado (Estados Unidos), viste en Madrid un traje veraniego de lino, señala que es verdad que "no tengo el dinero ni el rancho de Harrison Ford, pero de alguna forma me siento más libre". "Fue el cine independiente el que me buscó a mi, quizás por el tipo de trabajo que hago o por el tipo de actor que soy, pero lo que sí puedo decir es que tiendo a hacer el cine que a mí me gusta ver. En el fondo soy un humanista".

Quizás le vejiga de vía paterna, ya que confiesa que de su padre, el actor John Carradine, aprendió algo muy sencillo: "Me enseñó el sentido del orgullo personal hiciera lo que hiciera y, sobre todo, a que ser importante no es ser famoso".