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Busquets se gana al Camp Nou

El portero del Barça pasa de ser el discutido sucesor de Zubizarreta a provocar la ola

Robert Álvarez

Le ha sobrado el primer tercio de campeonato a Carlos Busquets para ganarse el favor de sus compañeros y de un público que le recibió con recelo. Johan Cruyff le prestó la portería y se la ha quedado en propiedad. El Camp Nou ha pasado de angustiarse cada vez que el cuero llegaba a sus inmediaciones a festejar sus paradas con la ola. Sus predecesores bajo los palos del Barcelona le elogian y advierten de la dificultad de superar el miedo escénico del portero local en un escenario de las proporciones y el rango del estadio barcelonista."Busquets posee unas cualidades idóneas para el estilo de juego que desea imponer Cruyff", sentencia Sadurní, guardameta del Barça en la década de los setenta. "Lo que ha sucedido es que se le ha comparado con Zubizarreta y esa comparación no tiene sentido porque tienen estilos muy diferentes. Zubizarreta se ganó la confianza de la gente y Busquets está empezando a hacerlo". El propio guardameta vasco, ahora en el Valencia, se refiere al mismo problema: "Lo que le ha pasado a Busquets me recuerda a otras épocas pasadas vividas por mí. Al final, en el fútbol, en el que parece que el día a día es lo que más fuerza tiene, el tiempo soluciona y da muchas respuestas", cuenta Zubizarreta.

Pere Valentí Mora, otro antiguo portero del Barcelona, alaba a Cruyff. "Es de admirar. Cruyff ha despositado su confianza en Busquets, y a pesar de todas las críticas la ha mantenido. Busquets debe estarle agradecido".

Los antecesores de Busquets se refieren a la presión que asume el último hombre entre los delanteros visitantes y la red del Barca, especialmente en el Camp Nou. Javier Urruticoechea, el portero que entregó el testigo a Zubizarreta, explica su caso: "El Barça no es un equipo fácil para un portero, porque su esquema de juego es muy ofensivo. Los nervios pueden jugarte una mala pasada especialmente si la gente no confía en tí y se produce en el Camp Nou ese ligero rumor de desconfianza cuando el balón llega a tu portería y que eres el primero en percibir". Mora es en este sentido uno de los que más problemas tuvo: "Al menor error se creaba una atmósfera de desconfianza hacia mí. Eso me afectaba mucho porque yo sentía los colores y otros no tenían esa desventaja.

Busquets constata el cambio de actitud del público. "Durante mis primeros partidos la gente empezó a mirar tanto nuestra portería como la del equipo rival cuando normalmente el público sólo está atento a lo que pasa en la portería rival". El guardameta azulgrana admite haber cambiado, y cree fundamental, no haberse preocupado en exceso de las primeras críticas, y síntomas de desaprobación. "A la hora de jugar me olvido de todo. Si me hubiera obsesionado, hubiera sido mucho peor".

Admite haber cambiado ligeramente su estilo: "Últimamente intento arriesgar lo menos posible, pasar el balón rápidamente. Si veo que no hay cerca ningún rival, sí que la paro y, la juego. Pero si están muy encima lanzo el balón fuera".

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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