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La 'hormiga atómica' en la 'Catedral'

Bilbao ha dejado un sabor agridulce en el paladar de Kevin Keegan. Le gustó tanto la estancia durante el Mundial de 1982 que ahora instala la expedición del Newcastle en el mismo hotel frente a la Playa de Ereaga que, a raíz de un reportaje gráfico del Daily Mirror, adquirió cierto renombre como La Playa del Perro Muerto. Futbolísticamente la vida le salió tan perra que no participó en ninguna de las tres victorias de Inglaterra en San Mamés e incluso hizo una escapada hacia Alemania para ver si el especialista de su club, el Hamburgo, podía curar los dolores lumbares que restringieron su Mundial a 26 minutos contra España en Madrid.Keegan vuelve a San Mamés. Pero sobrevive el hombre bullicioso, que se ganó el apodo de hormiga atómica y que conserva una actividad altamente contagiosa. Hace 17 años que el Newcastle no aparece en Europa pero genera tanta adrenalina que la comunidad británica organiza peregrinajes desde la Costa del Sol y la Costa Brava para comulgar con el santo de su devoción en la Catedral.

Hacer espectáculo

Su gancho es sintomático de una nueva generación de equipos que no prometen resultados sino espectáculo. En esta Copa de la UEFA, los tres partidos del Newcastle han producido 17 goles. Para Keegan es un feliz accidente que 13 de ellos hayan sido a favor de las urracas. "Esto es una aventura", proclama. "No tiene ningún sentido jugar en Europa si no nos divertimos. Siempre dije que ante el Athletic se trataría de un gol de diferencia y si no, es favorable para nosotros, pues vale. Lo importante se reduce a jugar como sabemos y disfrutar con ello. Al mismo tiempo, el partido de ida nos demostró que en algunos momentos nos falta disciplina". "Ya es hora de pensar en ganar algo", agrega. "No tenemos sala de trofeos, sólo un armario con cosas ridículas dentro. El otro día vi una pieza que tiene un aspecto realmente sensacional. Pero resulta que la tenemos por haber quedado subcampeones de algún oscuro torneo sub 18. Si queremos que nos recuerden como buen equipo, habrá que ganar algo".El debú de Keegan como seleccionador sub-18 en Austria llevó su sello personal. A. falta de 14 minutos y con un 1-2 favorable en el marcador de un partido crucial en la fase clasificatoria de la Eurocopa, optó por sacar a un centrocampista y sustituirle con un delantero. En campo contrario y en inferioridad numérica, la selección siguió con su obsesión ofensiva y marcó un tercer gol. Keegan es así. Un viento que no sopla a gusto de todos. Llega a Bilbao un aire fresco sin contaminar.

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