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Ofensiva contra los integristas en Argelia

"¿No has oído los disparos y las explosiones de esta noche?". Es la pregunta habitual de un argelino, vecino del barrio tampón de El Harrach, situado entre el centro de la capital y los suburbios de la zona Este, feudos del movimiento integrista radical, donde las fuerzas de seguridad han venido desencadenando durante esta semana una ofensiva generalizada contra las facciones armadas islamistas.

Las maniobras de las fuerzas combinadas de ejército, gendarmería y policía han tenido como principales escenarios los barrios de Leveilley, Bachyarrach y Ued Uchaié, los baluartes fundamentalistas que atenazan por el Este desde hace meses el corazón de la capital, Argel. Es un episodio más de una operación anunciada a mediados del pasado septiembre por el Alto Estado Mayor a todos los mandos militares en una circular en la que se comprometía a finalizar con el fenómeno "terrorista" en un plazo de tres meses. El general mayor Mohamed Lamari, responsable de este documento, ha reiterado en un comunicado su decisión de continuar la lucha contra el fenómeno integrista.Los primeros disparos de Ued Uchaié se escucharon el martes al mediodía. Era el preludio de una refriega que se prolongó durante toda la tarde y que llegó a su punto culminante por la noche, una vez cruzada la línea roja del toque de queda; las 23.30 horas. Los disparos continuaron hasta las cinco de la madrugada. Al principio eran los impactos secos de las pistolas, después las ráfagas de los Kaláshnikov, para acabar oyéndose el estruendo de las granadas.

Aseguran los vecinos que mientras las fuerzas del orden disparaban sus armas de fuego, algunas mujeres, desde el interior de sus casas, lanzaban los gritos agudos, característicos de las jornadas festivas -los yuyues- Pero en lo que nadie parece ponerse de acuerdo es a quien iban destinados estos gritos; si a fortalecer y apoyar la acción de las fuerzas de seguridad o a sostener a las facciones integristas

El epicentro de la batalla de Ued Uchaié fue una vieja mansión, Dar Arab, donde se atrincheraron los miembros de un comando fundamentalista. Los vecinos de las casas cercanas, parapetados en las terrazas y amparados en la oscuridad, fueron durante horas testigos silenciosos y atemorizados de una operación de envergadura. Estirados en el suelo, podían ver en el cielo el recorrido de las balas trazadoras y escuchar al mismo tiempo el estruendo de las armas.

La operación de Ued Uchaié se saldó con una docena de muertos, con la recuperación de numerosas armas de guerra y diversos vehículos, según aseguró más tarde un comunicado oficial .Un número de víctimas similares se registró en los barrios cercanos de Bachyarach y de Leveilley, incrementando la contabilidad macabra, que cifra oficialmente en 2 10 el número total de muertos registrados durante el mes de octubre.

Ali Aiyia, uno de los fundadores del FIS que ha permanecido secuestrado por miembros del Ejército Islámico de Salvación, logró huir ayer de su cautiverio y sumó su voz a la lucha contra los radicales armados. "Los terroristas no son musulmanes, sino traidores y ladrones", declaró Aiyia en una rueda de prensa en la que denunció que ha sido obligado a reivindicar atentados que nunca aprobó.

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