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Entrevista:

"Lo que más me gustó de Pujol fue su sinceridad"

José María Aznar decidió en 1991 que no era el hombre para dirigir el PP catalán por ser demasiado blando con los nacionalistas, pero poco después le aupó a la secretaría de política autonómica. Pese al mal estado de las relaciones con CIU, a Jorge Fernández Díaz, de 44 aflos, no le duelen prendas en elogiar la intervención de Jordi Pujol en el Senado.

Jorge Fernández Díaz confía en que entre los ciudadanos se irá consolidando una opinión positiva del reciente debate en el Senado sobre las autonomías.Pregunta. El criterio mayoritario entre las fuerzas políticas es que el debate fue positivo.

Respuesta. Se ha desdramafizado un asunto esencial: el de launidad y la pluralidad de España. El que los presidentes autonómicos se hayan podido ex presar en sus len guas vernáculas tiene un. efecto terapéutico que no hay que obviar. Es la primera vez en la historia de España que se produce y es normal que determinadas personas aún nio lo hayan asimilado.

P. ¿Qué le pareció el discurso de Jordi Pujol?

R. Lo que más me gustó fue su sinceridad. El mismo discurso que Pujol hizo en el Senado se lo podíamos haber escuchado en el Parlamento catalán. Además, como habló en catalán no hubo siquiera cambios de matiz por la traducción mental. Ésa es la gran virtud de su intervención. Otra cosa es que no fuera el discurso que haría el PP de Cataluña. Pero la sinceridad hay que agradecerla porque es la base del entendimiento. Cuando manifestaba que Cataluña es una nación y España un Estado plurinacional, Pujol expresaba su profunda convicción de que Cataluña, desde su identidad, desea seguir formando parte nuclear de España. Sin embargo, está claro que para nosotros España es una nación plural que integra nacionalidades y regiones.

P. Hay quien critica a Pujol por lanzar un mensaje distinto en función de quien escucha.

R. Los que conocemos a Pujol hemos de decir que no hubo doble lenguaje.

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P. Al final no hubo fuego graneado sobre Pujol, pero los presidentes del PP no evitaron alusiones a negociaciones particulares del Gobierno "con reglas ocultas".

R. En el PP no había ningún temor a lo que pudieran decir sus presidentes autonómicos. Sí ha habido, sin embargo, rifirrafes en el campo socialista. Hemos visto que algunos presidentes han comenzado a hacer victimismo creyendo que puede darles dividendos electorales. Eso no es bueno para la cohesión del Estado.

P. La moción del PP sobre un gran acuerdo nacional autonómico fue rechazada. En la necesidad de ponerle techo al proceso autonómico se han quedado solos.

R. Tengo la convicción de que se ha dicho no al acuerdo nacional y después sí a la mayor parte de los contenidos.. Me explico: uno de los puntos del acuerdo era convertir el Senado en cámara territorial; otro, institucionalizar la conferencia de presidentes autonómicos; otro, que el Gobierno central no podía delegar unilateralmente competencias de titularidad estatal a las comunidades al amparo del artículo 150.2 de la Constitución. Todo ello se ha aceptado.

Otra cosa es la tesis de que de manera permanente los estatutos pueden estar sometidos a lectura conjunta del Gobierno central y de los autónomos a. los efectos de eventuales transferencias. Creo que es una lectura excesiva.

P. Dentro de la estrategia de desgaste del Gobierno, el PP enfatiza las críticas a sus aliados. ¿En qué medida ello ha alimentado campañas anticatalanistas?

R. Muchas de las críticas nacen de la manera tan atípica como CiU apoya al Gobierno. Se han descartado fórmulas clásicas como la coalición o el pacto de legislatura y se ha optado por una que califico de vergonzante porque rehúye el examen público.

P. Pero hay quien niega la legitimidad de los nacionalistas para pactar cuestiones que, como el Presupuesto del Estado, afectan a todos los españoles.

R. Cualquier fuerza parlamentaria tiene todo el derecho a dar apoyo a un Gobierno. Eso no lo puede cuestionar nadie sensato. Pero CiU ha cometido diversos errores que no contribuyen a que no se le busquen tres pies al gato. Por tanto, creo que lo primero es que CiU haga su propia autocrítica sobre cómo ha dado su apoyo. Posiblemente, además, algunas de las críticas han ido más allá de lo razonable. Todos tenemos que hacer autocrítica, pero creo que fundamentalmente CiU, por no hablar de Felipe González, que para mí es el principal responsable.

P. ¿Han encontrado en los Presupuestos esas partidas que benefician en exclusiva a Cataluña?

R. Yo nunca he utilizado ese lenguaje. Lo que sí le diré es que el principal debe de Pujol a la gobernabilidad de España está en lo económico, precisamente porque Pujol es un elemento inflacionario. Puede comprobarse cada año en los presupuestos de la Generalitat, donde se evidencia el abuso desmesurado del gasto público. Desearía que Pujol contribuyera a sanear la economía española, pero tengo la convicción de que en estos Presupuestos no va a cambiar.

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