Vladímir Meciar, favorito en las elecciones eslovacas
La mayor incógnita de la doble jornada electoral en Eslovaquia -una herencia del régimen comunista- que finaliza a mediodía de hoy es el porcentaje de sufragios que obtendrá el dos veces depuesto primer ministro Vladimir Meciar, cuyo partido Movimiento para una Eslovaquia Democrática (HZDS) encabeza destacado las intenciones de voto.Meciar, un político sanguíneo de 52 años tan bien visto entre amplios sectores populares como denostado por la heterogénea coalición gobernante, necesitaría obtener alrededor del 30% de los 150 escaños parlamentarios para poder convertirse de nuevo en jefe del Gobierno, porcentaje que le niegan por diez o más puntos todas las encuestas. Del enjambre de partidos que aspiran a representar a tres millones y medio de ciudadanos con derecho a voto, dicen los sondeos, ninguno conseguirá la mayoría absoluta en el Parlamento de Bratislava.
Así las cosas, las cábalas se concentran, en pronosticar quién se erigirá hoy en árbitro de la gobernabilidad eslovaca. Hay tres candidatos, más o menos firmes. El primero es el Partido de la Izquierda Democrática (SDL), que ahora tiene 28 escaños, carteras clave en el Gobierno y encabeza una coalición denominada Elección Común. Las encuestas le otorgan un 18% de los votos.
Además de la alianza con Meciar, la otra opción para el SDL de Peter Weiss, y favorita en las filas gubernamentales si las urnas lo permiten, es que siga prestando su apoyo decisivo una coalición del estilo de la que gobierna actualmente: cinco partidos desde la derecha a la izquierda aglutinados exclusivamente por su inquina hacia Meciar y un populismo que consideran letal para los intereses de Eslovaquia.
La aritmética preelectoral señala otros dos posibles árbitros, aunque en campos distintos: la Coalición Húngara y el Partido Nacionalista Eslovaco.
