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Ocho años después

Mañana se cumplen ocho años de que José Antonio López Ruiz, Kubati, asesinara a la ex dirigente de ETA María Dolores González Cataráin, Yoyes. Sus antiguos compañeros la asesinaron por regresar a España acogiéndose a la amnistía de 1977 y reintegrarse en la sociedad vasca.HB antes del asesinato llenó las calles de su Ordizia natal con pintadas de "Yoyes traidora". Y tras su asesinato, los dirigentes de HB justificaron su muerte. con el argumento de que era lógico que se condenase a un general que deserta y se pasa de bando.En 1987, un año después de su muerte, sus familiares y amigos publicaron el diario que había ido escribiendo desde 1979, cuando abandona ETA. Por ello, ahora que tantos miembros de ETA desean acogerse a la reinserción, mientras otros reconocen en privado que si lo hacen temen acabar como Yoyes, con un tiro en la nuca, y la cúpula de ETA ha llamado a sus presos a realizar una huelga de hambre, resulta paradigmático releer su diario.

Así, en 1985 cuando decidió volver a Euskadi y era recibida en su Ordizia con pintadas contra ella, escribía entristecida: "Hay un fantasma con mi nombre que anda rondando por ahí, un fantasma que se vino gestando desde hace años. La gente crea mitos para bendecir o condenar, poniendo en el exterior el objeto de sus pasiones". Para unos era una manera de atacar al PSOE. Otros la presentaban como, la etarra que al reconocer la perversidad del independentismo renegaba de sus ideas. Para HB, era una desertora.

Antes, cuando en 1979 rompe con ETA para instalarse en México, frente a las críticas de sus compañeros escribía con tristeza: "No, no quiero que hablen de mí. No tienen derecho a juzgarme, sólo quiero que me respeten como un ser íntegro en sí mismo, quiero que reconozcan el derecho a mi libertad".

Después de la muerte de Yoyes ocurriría la masacre de Hipercor, la de Zaragoza y tantas otras. Txema Montero, el flamante eurodiputado, acabaría por abandonar HB criticando los métodos de ETA. El también dirigente de HB Iñaki Esanola, defensor de uno de los autores del asesinato de Yoyes, también dejaría Herri Batasuna. Y presos como Guillermo Arbeola, que fue cabeza de lista de HB en 1987 en las elecciones para el Parlamento navarro, se acogieron a la reinserción.

Pero pese a ello, algunos como Jon Idígoras o Floren Aoiz siguen justificando los asesinatos. Las declaraciones de Aoiz comparando el asesinato del general Veguillas con el atentado a Carrero Blanco muestran la ceguera de quienes están al frente de HB. Hechos como el rechazo a la lucha armada expresado por José Miguel Latasa, Fermín, uno de los autores del asesinato de Yoyes, o las manifestaciones, posteriormente desmentidas en Egin, de José Antonio López Ruiz, Kubati, autor material de los disparos a Yoyes, en las que reconocía que cuestionar a ETA significaba acabar él en la fosa, muestran la tensión que vive el colectivo de presos.

El mayor daño a ETA

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La reinserción, que ahora critica el PP en un claro alarde de oportunismo, es el mayor daño que se puede hacer a ETA, y por ello ETA la teme y ataca allá donde más puede doler. Asesina a militares como el, general Veguillas o al policía nacional José Santana mientras jugaba a las cartas en una sede el PNV, o in tenta quemar vivos a dos ertzainas. Habiendo abandonado las armas el IRA, ETA se queda ya sin referentes y combate la reinsección. Pero, como escribió Yoyes antes de morir, ETA y HB se han convertido en "payasos de un militarismo de corte fascista que lo único que saben hacer es aplaudir los atentados y pedir más muertos. Han tergiversado, el contenido de la alternativa KAS confundiendo los medios con los fines, ( ... ) para darles la interpretación milita rista, en vez de política".

Yoyes no pudo cumplir su sueño de pasar desapercibida tras su vuelta y vivir en Euskadi con su familia. Tampoco quería ser un símbolo de nada, ni de nadie. Pero pese a ella misma, ocho años después de su muerte, sus palabras recobran más sentido que nunca, más sentido tal vez del que ella mismo quiso darles.

Xavier Rius Sant es especialista en temas de seguridad y defensa.

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