Esencia de Ibán

Julio Aparicio y Finito de Córdoba mandaron un parte facultativo y no apa0.recieron a torear, se cayeron del cartel, que se dice. Algo que no ha gustado nada en Alcalá de Henares, y que por los altavoces lo dijeron claramente. También felicitaron al ganadero por la impecable corrida de toros. Pura esencia de casta Ibán.Salió el toro y la Fiesta fue autentica. Porque además hubo toreros cabales. Y juntos toreros y toros, dieron una muy buena tarde que la afición agradece.

El toricantano Jesús Romero, en el toro de su alternativa deleitó con una faena clásica y justa de medida. Faena con las dos manos, pulcra, templada y ligada. Cuando se centró interpretó el toreo en redondo con suavidad y hondura. El toreo al natural fue aún mejor: despacito y sentido. Toreo del bueno, interpretado con naturalidad y limpieza.

En el sexto, encastado y tardo, se fajó con hombría en la muleta, hasta resultar cogido espectacularmente. Lo que no le impidió matar al burel de media en la cruz. Había recibido al toro con una ceñida larga cambiada.

Dámaso no se dejó ganar la pelea en su primero, que apretaba en el remate. Y en el cuarto enardeció a los tendidos con una faena poderosa y marca de la casa. Tres tandas de redondos muy templadas, tersa la muleta, con un tercer muletazo interminable. Para luego en corto, encunado en las limpias astas, darle pases por alto, por ambos pitones, cuanto le vino en gana.

Higares realizó dos faenas vibrantes. Muy bien comenzadas, con sabor y hondura, rematadas con conocimiento y bellos muletazos por bajo, Se enfrentó con gallardía a sus dos toros, y al quinto lo mató de un estocanazo en todo lo alto.

Menos Jesús Romero, que tras pasear las dos orejas llegó por su pie a la enfermería, salieron toreros y mayoral a hombros, aplaudidos por una afición agradecida.