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Corrupción sin mayoría absoluta

Las comisiones Roldán y Rubio y la necesidad de apoyos para el PSOE han marcado el curso parlamentario

Las comisiones de investigación en torno a Roldán y Rubio, al hilo del gran fetiche político en que se ha convertido la corrupción, concentraron el interés del que hacer parlamentario en el periodo de sesiones que concluyó el 30 de junio. Muy por encima de la actividad legislativa, que ha tenido proyectos de calado histórico, como la reforma laboral o la autonomía del Banco de España, la sombra de la corrupción, hábilmente manejada desde los escaños de la oposición, difuminó el resto de la actividad parlamentaria. El Grupo Socialista, en su primera legislatura sin mayoría absoluta desde 1982, ha contado con el apoyo permanente de CiU y mas circunstancialmente del PNV. Una situación que ha dado al Gobierno el respaldo para mantener su política sin sobresaltos.

Esos dos ejes explican casi todo lo ocurrido en la política española, según los distintos grupos parlamentarios, por encima de los 30 proyectos de ley -de los que 22 son ya leyes publicadas en el BOE- que el Congreso ha debatido desde el 1 de febrero, cuando se inició el periodo de sesiones, aunque los puntos de vista que adoptan para analizarlos sean muy distintos.

Miquel Roca, portavoz de CiU, piensa que "el PP e IU han practicado una estrategia de acoso y derribo del Gobierno muy legítima", frente a la cual su grupo "ha jugado con riesgo la carta de la estabilidad". Para el político catalán, unos y otros se pueden "dar por satisfechos": la oposición ha conseguido zarandear al Gobierno, y CiU ha logrado su objetivo "salvando el derribo".

La idea de tensión, de enfrentamiento abierto, con carácter muy distinto al de las legislaturas de mayoría absoluta socialista, es algo que admiten todos los portavoces. El propio Roca asegura que ha sido "un periodo de sesiones con mucha tensión y con mucha incidencia de hechos extraparlamentarios".

Iñaki Anasagasti (PNV) niega que el PSOE se haya apoyado exclusivamente en los grupos nacionalistas, "aunque este aspecto, sea poco conocido", dice, "porque sólo suele trascender lo que tiene una gran controversia política", pero admite que "lo más novedoso de este periodo de sesiones ha sido la creación de comisiones de investigación que, por primera vez, han puesto en entredicho la acción del partido del Gobierno,".

Para el portavoz del Grupo Vasco-"el deterioro del partido socialista, con sus problemas internos, su necesidad de apoyo parlamentario y el resultado electoral del pasado 12 de junio, hacen que este periodo de sesiones haya sido el más intenso de los últimos años y el que va a marcar los próximos meses y condicionar si el partido socialista agota o no la actual legislatura".

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Desde la trinchera de la oposición frontal, Izquierda Unida, por boca de su portavoz en el Congreso, Rosa Aguilar, puntualiza que las dos grandes cuestiones de estos meses han sido "la reforma del mercado laboral y la corrupción". Para ella, la convocatoria de un pleno siete días antes de la huelga general del 27 de enero -una huelga "ya olvidada", en opinión de Anasa gasti- para aprobar la reforma laboral fue "un claro exponente de la política de un Gobierno del PSOE que había roto el diálogo social y que apostaba por la imposición y por más de lo mismo en política económica, renunciando al cambio del cambio". Izquierda Unida introduce un ataque político a los nacionalistas asegurar Rosa Aguilar que las comisiones de investigación se han constituido "gracias a la pérdida de la mayoría absoluta", y que ello ha supuesto "un indudable éxito del juego democrático y parlamentario, a pesar del Gobierno de la nación y de sus aliados CiU y PNV, que nunca han querido ir hasta el final ni exigir responsabilidades políticas para desterrar a los corruptos o a los que los favorecen". Lorenzo Olarte, portavoz de. Coalición Canaria, también considera que la pérdida de la mayoría absoluta ha posibilitado que los socialistas hayan aceptado "a trancas y barrancas" que se investigue la corrupción.

La oposición mayoritaria tampoco olvida el asunto de la corrupción como eje del periodo de sesiones. Rodrigo, Rato, portavoz del Grupo Popular, recuerda que fue su grupo el que pidió la Creación de la comisión Roldán, "cuyos trabajos pasarán a la historia de nuestro parlamentarismo y gracias a los cuales los españoles han podido saber lo que otros poderes dependientes del Ejecutivo les ocultaban". Rato está convencido de que "también se recordará" el debate del estado de la nación que se celebró el 19 y el 20 de abril, en el que "José María Aznar, en nuestro nombre, solicitó la dimisión de Felipe González como responsable político máximo de la corrupción".

El portavoz popular recuerda que "el primer semestre de 1994 ha acabado con victoria electoral del Partido Popular en las elecciones europeas", y se muestra convencido de que el control del Ejecutivo que llevaron a cabo en el Congreso y las "alternativas reales" que propusieron contribuyeron a "una parte del éxito del 12 de junio".

Joaquín Almunia, portavoz de los socialistas tras la dimisión de Carlos Solchaga, ve las cosas de muy distinta manera. Admite que, "en buena medida, han sido las comisiones Roldán y Rubio las que han polarizado la atención", porque, en su opinión, han hecho coincidir "a la Cámara y la opinión pública en sus prioridades", pero añade que, "además, se ha legislado mucho".

Pero Almunia pone el acento en el escenario político de fondo que ha sustentado esta actividad. Para el portavoz socialista, "la vitalidad parlamentaria se explica por la falta de mayoría absoluta", pero se apresura a recordar que ello "no denota inestabilidad, porque el. Gobierno se ha sentido totalmente respaldado por el Grupo Socialista, casi siempre por CiU y muchas veces por los grupos nacionalistas". Anasagasti (PNV) matiza esta afirmación y asegura que "la mayoría de los proyectos de ley se han aprobado con apoyos múltiples, tanto del PP como de IU y nacionalistas".

La estabilidad del Gobierno, que Almunia reconoce que descansa en los grupos nacionalistas, se ha mantenido después de las elecciones europeas, y el portavoz socialista recalca que, "para sorpresa de algunos, no se han debilitado esos apoyos después del 124, y la legislatura puede durar, lo que sería bueno para recuperar salud económica y sosiego político".

Ese sosiego relativo del que han gozado el Gobierno y el Grupo Socialista ha tenido un hueco importante, en opinión de Roca, que no duda en afirmar que "la estrategia más imprecisa ha sido la del PSOE, muy debilitado por sus problemas internos", que, a su juicio, "le han afectado más que todos los aspectos negativos de su acción de Gobierno". Roca es contundente al afirmar que "si el PSOE hubiera tenido más unidad, todo le hubiera sido más fácil".

El gran fracaso parlamentario de este periodo de sesiones ha sido la falta de acuerdos para renovar instituciones como el Consejo General del Poder Judicial o el Defensor del Pueblo. El PP no ha perdido la oportunidad de hacer patente la necesidad de contar con sus votos para alcanzar el alto quórum que las leyes exigen al Parlamento en estos procesos.

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