El escándalo del Consejo de la Juventud impone su reforma legal

El Parlamento regional, los consejeros del Gobierno y hasta los implicados estuvieron de acuerdo. El Consejo de la Juventud será reformado y sometido al control administrativo-económico de la Comunidad para evitar que se repitan irregularidades como las cometidas en 1992 bajo el mandato de un dirigente de las Juventudes Socialistas. Un escándalo, destapado por una auditoría, que motivó la comparecencia ayer ante la Comisión de Juventud de los consejeros de Hacienda y Educación, del director general de la Juventud y del interventor general de la Comunidad, así como de la tesorera y del presidente del Consejo en 1992 y de su sucesor.Las espadas del debate fueron empuñadas por los parlamentarios Maite Martínez (IU) y Pedro Calvo (PP). "Las anomalías no se debían al mal funcionamiento del Consejo, sino al aprovechamiento de ciertas personas", clamó Calvo, mientras el PSOE llegó a afirmar que se originaron por una "excesiva preocupación por las actividades". Algo que pareció gustar al presidente del Consejo en 1992, quien alegó que la auditoría era "excesivamente minuciosa" y que "no se adecuaba a la dinámica juvenil".