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El director de 'El festín de Babette' fiarra la autentica leyenda de HamIet

Guillermo Altares

El Hamlet de Shakespeare, una (de las obras literarias más cono(-,¡das de todos los tiempos, tiene una larga historia detrás que se remonta al siglo VI danés y que que recogida, en el siglo XII, por el historiador Saxo Graminaticus. El director danés Gabriel Axel, que recibio el Oscar a la mejor película extranjera por El festín de Babette, ha convertido en un filme la auténtica leyenda del príncipe Aniled : La verdadera historia de Hamlet, príncipe de Dínamarca, que se estrenará el viernes en España."La comparación con Shakespeare es un peligro que hay que aceptar. Yo quería mostrar el Amled primitivo danés. Es un campesino muy simple, que no tiene nada que ver con la sofisticación de la corte de Elsinor", aseguró ayer en Madrid, Gabriel Axel. La verdadera historia de Hamlet, príncipe de Dinamarca narra la leyenda del príncipe Amled que vengó la muerte de su padre, asesinado por su hermalio, haciéndose pasar por loco y planeando una cuidadosa venganza. "Todo se repite. La idea básica del filme es el triunfo de la inteligencia frente a la brutalidad. Los situaciones dramáticas son recurrentes y limitadas. En realidad, todas las grandes historias hablan del amor, del odio, de la venganza, de la amistad... ".

En su filme, Axel ha hecho una apuesta por los actores -todos británicos, entre ellos Gabriel Byrne y Brian Cox- y los diálogos, frente a la ambientación de época. "De aquellos tiempos, el siglo VI, los albores de la historia danesa, apenas sabemos nada. Era un país dividido por reyes pequeños, casi jefes de clan, que sólo tenían unos mil súbditos. Los ejércitos podían ser de diez hombres".Tutifruti cultural

Como casi todos los directos europeos premiados con el Oscar, Axel recibío rápidamente la llainada de Estados Unidos y de las grandes producciones. Pero no quiso escuchar estos cantos de sirena. "Me han propuesto muchas cosas, como rodar una historia de Karen Blixen ambientada en Italia con actores de varias nacionalidades. Pero esto es imposible, hay que conservar una unidad de estilo. La supervivencia del cine europeo no puede depender de las grandes coproducciones en las que participan muchos países. Hay que conservar toda la integridad: yo quise que en mi filme el cielo fuese danés, la tierra fuese danesa. Al elegir actores británicos llevé la decisión hasta el final: todos lo son".

"La diversidad es lo que salvará al cine europeo, no los tutifrutis culturales de muchas nacionalidades", continúa Gabriel Axel que, por otra parte, no tiene nada contra el cine estadounidense. Más bien todo lo contrario. "Hacen películas estupendas. No se les puede echar la culpa de que dominen el 80 por ciento del mercado europeo, es por la forma en que nosotros creamos muestro cine". En su último filme, Axel ha querido defender este concepto.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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