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Sutherland reclama que la Organización Mundial del Comercio funcione en 1995

El director general del GATT, Peter Sutherland, urgió ayer a los Gobiernos de los 122 países que firmaron recientemente la Ronda Uruguay a hacer todo lo posible para garantizar que la Organización Mundial del Comercio (OMC) sea realidad a partir del 1 de enero de 1995. "El mundo no puede esperar", dijo Sutherland durante su intervención en la primera sesión del 24º Simposio Internacional de Gestión que organiza la Universidad de St. Gallen (Suiza).

Según el director general del GATT, cualquier retraso en la ratificación de los acuerdos de la Ronda Uruguay -firmados a mediados de abril en Marraquech- puede tener costes muy altos, no sólo en términos económicos, sino en términos de credibilidad y estabilidad del sistema multilateral.Sutherland destacó la importancia de que los acuerdos incluyen el sector servicios y la agricultura y alertó contra los peligros de un posible renacimiento del proteccionismo, alentado en los países desarrollados por el nivel de desempleo.

Sutherland lanzó también mensajes de tranquilidad a quienes piensan que la OMC -el nuevo organismo que vigilará el cumplimiento del comercio internacional de acuerdo con las normas acordadas- supondrá una merma en la soberanía nacional de los países.

"La OMC", dijo, "no puede imponer una nueva política ni obligaciones a sus miembros, pero da mayores oportunidades a cada uno de ellos para que puedan asegurarse de que los demás países no violan sus derechos". "La creación de un nuevo orden en el comercio internacional precisa la creación de una nueva institución para administrar ese orden".

El mayor esfuerzo

"La Organización Mundial del Comercio y los otros acuerdos de la Ronda Uruguay representan el mayor esfuerzo de cooperación internacional realizado hasta ahora. Sus resultados ayudarán al mundo a encontrar las mejores respuestas al crecimiento, el empleo y el desarrollo sostenido", concluyó Peter Sutherland. Por su parte, el comisario europeo Leon Brittan afirmó que es necesario convencer a los ciudadanos de las ventajas que comporta una Europa unida y un comercio internacional más abierto. La unidad europea, una economía saneada y una mayor cooperación intemacional son, a su juicio, las estrategias a seguir para afrontar pro blemas ya muy importantes, como el desempleo y la emigración.El comisario europeo manifestó que el desempleo era el azote más importante de Europa. "No podemos esperar ganar la confianza de los europeos a menos que afrontemos en Europa, los problemas que, con toda la razón, obsesionan a todos los ciudadanos. El más importante de estos" añadió, "creo que es el desempleo, el cual es un azote para las personas, un drenaje para la sociedad y un escándalo de la política económica".

El comisario añadió que la estructura del mercado laboral europeo estaba actuando con tra el empleo, el mercado in mobiliario contra la movilidad y que la falta de infraestructuras dificultaba la cooperación económica.

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