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FERIA DE SAN ISIDRO

La cuadra más poderosa pisa Las Ventas

Los rejoneadores comparan a Joâo Moura con el Milan de fútbol porque acapara los mejores caballos

Joâo Moura tiene 34 años, pero es como si llevara toda una vida en el mundo del toro, porque a los 16 comenzó a revolucionar la forma de rejonear, tras su presentación en Madrid. Era un niño prodigio portugués, capaz de torear sobre un caballo; ahora, el número uno. "Es como, en el fútbol, el Milan", dicen quienes tratan de competir con él, "porque se ha hecho con la mejor cuadra. Los caballos que le sobran nos valdrían a cualquiera de nosotros".Moura vive en una finca de mil hectáreas cerca de la frontera con España, en Elvas. Allí, rodeado de ganado (300 vacas y 200 toros) y caballos (30), tiene su edén. Se pasa el día montando, porque es lo que más le gusta y, además, es su obligación. "Atender una cuadra tan amplia exige mucha dedicación y a mí sólo me ayuda mi hermano Benito a montar los caballos para que estén siempre fuertes. Pero me encanta este trabajo. Vivo como realmente me gusta".

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Uno torea y todos de acuerdo

No ignora la fama de acaparador que tiene entre los demás rejoneadores. Se excusa: "Busco siempre caballos buenos y bien preparados. Si he logrado Mantenerme fiel a la concepción que tengo del rejoneo, se debe a lacuadra que poseo, en la que procuro que estén los mejores ejemplares, porque éstos hacen bien todo. No quiero caballos de comportamiento espectacular, aunque transmitan mucho al público,sino los que son capaces de torear. Ésos los quiero todos, porqu.e también necesito muchos. Hago ochenta corridas al año y los caballos se van fatigando, por lo que cada poco tengo que ir cambiándolos para que descansen".

A Las Ventas trae los mejores caballos que tiene estabulados. "En Madrid o se está bien o no se triunfa. No valen términos medios. 11 a la afición la debo una reparación después de lo que sucedió el jueves con mis toros. No tengo disculpas como ganadero".

La ganadería

Él mismo lidió sus reses hace dos años en Madrid. "Salieron bien, embistiendo, porque tienen calidad. El prestigio y la cotización de la ganadería ha ido en aumento, hasta el punto de que está entre las preferidas de los matadores. Por eso ya no dedico ninguna corrida para rejoneo. La del jueves salió floja y no hay excusas. Con la misma calidad y con más fuerza hubiera servido, pero como no fue así tengo que admitir que decepcionó, sobre todo porque como el cartel era de máxima expectación se exigió más que ninguna otra tarde".El Moura rejoneador, que triunfa por donde va, comienza a paladear los primeros sinsabores como ganadero: "No hago más que darle vueltas a la cabeza para saber qué pasó con esos toros. Desde luego algo falló en la selección y quizá fuera el semental. En cuanto a presencia, creo que la corrida estaba bien. Era bonita, con 500 kilos y fue aceptada. Claro que tengo toros mayores, pero esos fueron los elegidos y hubieran valido de no resultar tan flejos".

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