Abierto el juicio contra los 'ultras' asesinos de cinco turcas en Alemania
En el proceso que comenzó ayer ante la Audiencia Territorial de Düsseldorf (Alemania) la Fiscalía Federal acusa a cuatro jóvenes ultraderechistas alemanes de la muerte de cinco mujeres turcas en Solingen el 29 de mayo del año pasado y de "haber procedido por motivos bajos, con alevosía y empleando medios peligrosos". En la primera sesión del proceso, que está previsto dure hasta octubre, Christian R., de 17 años, uno de los cuatro acusados que había confesado su participación en los hechos, cambió su posición y se limitó a declarar sus datos personales. Otro de los acusados, Markus Gartmann, de 24 años, reconoció de forma indirecta su culpa cuando ayer declaró: "Me causa muchísima pena lo que hemos hecho' Yo me averguenzo por ello". Como tres de los acusados eran menores de edad en el momento del crimen, la máxima pena prevista en la ley es de 10 años de cárcel. Contra el único acusado mayor de edad, Markus Gartmann, se puede solicitar cadena perpetua, pero el tribunal podría considerar como atenuante el estado de embriaguez de la pandilla en el momento de los hechos.
El sábado de Pentecostés del ano pasado la pandilla de jovenzuelos ultraderechistas, residentes en la ciudad industrial de Solingen, se emborrachó y en un bar se enzarzaron en una pelea con dos trabajadores yugoslavos. Furiosos y desinhibidos, los ultras dieron rienda suelta a sus odios con el incendio de la casa en que vivía una familia de trabajadores turcos que llevaban muchos años en Alemania.
Mientras dos chicos incendiaban la casa, otros dos vigilaban para evitar ser descubiertos. En el incendio murieron abrasadas tres niñas de cuatro, nueve y 12 años y una joven de 18. La quinta víctima mortal, una mujer de 27 años, falleció al lanzarse por una ventana para huir de las llamas. Otras 10 personas sufrieron graves quemaduras, entre ellas un bebé de pocos meses.
La Fiscalía acusa a los cuatro de cinco asesinatos y 14 tentativas de asesinato, además del incendio. El proceso no resultará fácil por las declaraciones contradictorias de los acusados.
