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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Valdebernardo rompe moldes

'Todo a punto. Comienza a tomar forma una nueva ciudad. Ya están a punto de iniciarse las obras de edificación en Valdebernardo, el barrio madrileño donde, a partir de 1994, residirán las 2.700 familias que han elegido una vivienda promovida por PSV". Así comenzaba un artículo publicado en la revista La Esfera (número 17, noviembre de 1992), órgano de expresión -mientras duró- de UGT-IGS-PSV. Estamos en febrero de 1994 y cada familia de las 2.700 de que hablaba el artículo malresidimos donde podemos, unos alquilados, otros junto a sus padres, a otros se les pasó el calor del noviazgo a fuerza de esperar un piso que no ha llegado. Pero, hasta este punto, todos los socios de PSV-Valdebernardo de UGT-IGS-PSV hemos recorrido un largo y tortuoso camino, que sintéticamente quiero exponer a continuación para dar claridad a la opinión pública.Las condiciones económicas de los pisos de Valdebernardo a inicios de 1990 (hace cuatro años) eran:

El precio total de un piso en Valdebernardo, de unos 90 metros cuadrados, ascendería a 9,5 millones de pesetas. ¡Fabuloso! Sería preciso dar una señal antes del 31 de enero de 1990, que se elevó a 2,16 millones de pesetas más su IVA. A los dos años de esta entrega se finalizaría la urbanización (estamos ya a finales de 1991). En ellos se abonaría entre 1,3 y 1,7 millones de pesetas. Una vez finalizado este periodo se abría otro, asimismo de dos años, en el cual habría que pagar 24 recibos de 30.000 pesetas cada uno (nos situamos a finales de 1993). Al final de este periodo, es decir, a finales de 1993, inicio de 1994, se produciría la entrega de llaves y se comenzaría a abonar un crédito hipotecario a 15 años con un 11% de interés.

A principios de 1993, cuando todavía los dirigentes de UGT-IGS-PSV seguían jugando con las ilusiones de los desventurados cooperativistas, quedaba poco de las condiciones señaladas. Habíamos pagado más de 4,5 millones de pesetas a UGT-IGS-PSV y abonábamos una letra trimestral de 275.000 pesetas. Además de ello, gozábamos de unas condiciones bajo todo punto de vista abusivas: no existía compromiso sobre las calidades de los materiales empleados en la construcción; no existía ningún compromiso sobre la fecha de entrega de los pisos. ¿Por qué sería?

El precio de la supuesta vivienda ha ascendido de los 9,5 millones iniciales a 13.018.675 pesetas, es decir, tan sólo ha existido una desviación al alza del 47,4%.

En el momento actual se habla de un incremento adicional del precio de los pisos. ¿Hasta qué punto? Tengamos en cuenta que llevamos una espera de cinco años desde que nos apuntamos en la cooperativa. Al menos, para poder pedir un esfuerzo adicional por encima del ya realizado se tendrían que cumplir los siguientes requisitos (supongo que cualquier persona de juicio equilibrado los comprenderá):

- Estado de cuentas y justificación de los gastos por cada promoción.

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- Depuración de responsabilidades (administrativas y, en su caso, penales) por el desvío fraudulento de fondos.

- Plan de viabilidad por promoción, fin de las nuevas cantidades a aportar y compromiso de entrega de las viviendas, con sus calidades correspondientes.-

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