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Veinte años después del 1.001

Los sindicalistas procesados reivindican su protagonismo en el logro de las libertades

Lo que podía haber sido un encuentro nostálgico se convirtió en un acto reivindicativo. Los procesados del 1.001 no quieren que se cometan errores al escribir las páginas de la reciente historia y ayer recordaban, y reivindicaban, su protagonismo en la consecución de las libertades democráticas en España. Justo 20 años después del día en que se sentaron en el banquillo, acusados de haber asistido a una reunión sindical, se encontraron de nuevo.Estaban casi todos: Marcelino Camacho, Eduardo Saborido, Nicolás Sartorius, Francisco García Salve, Miguel Ángel Zamora, Pedro Santiesteban, Francisco Acosta y Luis Fernández Costilla. Faltaban el fallecido Juanín Muñoz Zapico, que murió en un accidente de tráfico en 1976, y Fernando Soto, que excusó su asistencia.

Todos recuerdan bien aquel día en que empezó el juicio mas importante del franquismo contra el movimiento sindical. La coincidencia con el asesinato de Luis Carrero Blanco no impidió que la vista prosiguiera después de una suspensión de unas horas.

Tampoco han olvidado cuando el Tribunal de Orden Público les condenó a un total de 162 años de cárcel por asistir a una reunión sindical en el convento de los oblatos de Pozuelo de Alarcón. Un encuentro que ni siquiera había comenzado, tal como precisaba ayer Marcelino Camacho, quien aseguraba, con cierta sorna, que la policía de la Brigada Político-social llevaba varias semanas buscándoles "por aeropuertos y escondrijos".Eran los miembros de la Coordinadora Nacional de las Comisiones Obreras, que trabajaban en la clandestinidad contra la dictadura y que fueron procesados porque "empezábamos a ser un serio peligro. Con el 1.001 se quería advertir a todos los trabajadores, no sólo a CC OO, de la capacidad represiva que todavía le quedaba al régimen franquista", rememora ahora Marcelino Camacho.

Casi todos han recorrido un camino parecido y siguen vinculados a CC OO, aunque sólo Camacho y Zamora ocupan todavía cargos dirigentes en el sindicato. Francisco García Salve es abogado laboralista en la federación de la construcción. Sartorius y Saborido son diputados de Izquierda Unida; el primero, en el Parlamento nacional; el segundo, en la Cámara andaluza. Los demás pertenecen también a IU, a excepción de Fernando Soto y Francisco Acosta, que son diputados por el partido socialista.

El actual líder del sindicato, Antonio Gutiérrez, estaba aquel día de hace 20 años en un batafión de castigo haciendo la mifi. En el Batallón 11 de Regulares de Melilla, donde iban los fichados, y él ya lo estaba, con 22 años, por sus primeras actividades sindicales. Ayer aseguraba que la democracia no fue consecuencia de una muerte, por muy importante que fuera el sujeto que voló por los aires; fue fruto de un impulso de rebelión, protagonizado por el pueblo, y muy en particular por Comisiones Obreras". Y es tajante al subrayar el papel que tuvieron en el acceso a las libertades democráticas. Gutiérrez, como todos los protagonistas del proceso 1.001, no quiere que el 20 de diciembre de 1973 sea sólo recordado como el día en que fue asesinado Carrero Blanco.

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