La ONU denuncia actos de pillaje del Ejército bosnio tras la toma de Vares
Cientos de soldados de la Armija (Ejército bosnio de mayoría musulmana) pertenecientes a la VII brigada, que ha protagonizado la conquista de Vares, se han dedicado en las últimas horas al pillaje incontrolado, según denunció ayer en Sarajevo el portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Ray Wilkinson."La ciudad fue conquistada sin un gran derramamiento de sangre", asegura el portavoz de ACNUR, "pero en las últimas horas la fiesta ha comenzado, con numerosos actos de vandalismo y destrucción". Los miembros de ACNUR destacados en la zona, según informó Wilkinson, temen "que todo el lugar prenda como una antorcha" debido a los actos de venganza de los soldados musulmanes, quienes entraron victoriosos en la ciudad el jueves después de que las tropas croatas abandonaran un día antes todas sus defensas.
"Existe una gran preocupación por nuestra parte", insiste Wilkinson, "de que las casas de Vares, que podrían albergar a miles de regugiados, sean parcial o totalmente destruidas, dejando una vez más a la población civil sin hogar".
El pillaje por parte de los soldados musulmanes se ha extendido como un reguero en las últimas horas. Ha llegado a tal punto que una de las casas de uno de los oficiales de VII brigada, residente en Vares, fue registrada ayer por la tarde por un grupo de soldados indisciplinados. El coronel Bill Aikinan, un portavoz de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor), confirmó estos extremos.
"Televisiones, vídeos, tocadiscos u otros aparatos eléctricos han sido sustraidos de sus casas. Aunque algunos edificios están ardiendo, la mayor parte de la ciudad se mantiene en pie", aseguró ayer Aikinan.
Vares, que llegó a tener 25.000 habitantes antes de la guerra, se ha convertido ahora en una ciudad fantasma: tan sólo quedan 2.000 personas, entre ellas 600 refugiados escondidos en la escuela principal, de los cuales 350 son croatas y se hallan bajo la protección directa de los cascos azules suecos desplegados en el lugar.
Responsabilidad croata
Por otra parte, el croata Mate Boban, líder de la autoproclamada República de Herzeg-Bosna, pidió ayer, tras una entrevista con el presidente croata, Franjo Tudjman, ayuda a Croacia para "permitir la defensa del pueblo croata en Bosnia-Herzegovina".
Además, y por primera vez, las autoridades de Herzeg-Bosna, admitieron ayer de forma implícita la responsabilidad de las tropas de Consejo de Defensa Croata (HVO) en la matanza de musulmanes en Stupni Do, en Bosnia central, al tiempo que manifestaron su disposición a crear una comisión que investigue los hechos y castigue a los culpables. Los cascos azules de la ONU descubrieron la semana pasada los cadáveres de 25 personas y atribuyeron su responsabilidad al HVO.
