Desaparece la prueba que inculpa a un ex jefe local de policía de encubrir a narcotraficantes
La perplejidad cundió entre público y abogados. Los agentes de la Policía Nacional que acusaron al ex jefe de la Policía Municipal de Fuenlabrada de encubrir a narcotraficantes mantuvieron su versión en el juicio oral celebrado ayer en la Audiencia Provincial, pero se habían deshecho de la prueba principal: las grabaciones. Las tiraron una vez transcritas. El defensor del policía, José Manuel Rodríguez, pidió, en consecuencia, la absolución de su cliente, que además aportó una explicación plausible: investigaba a los narcotraficantes cuando se interpusieron los nacionales.
José Manuel Rodríguez, de 36 años, manifestó ayer que fue detenido por la Brigada de la Policía Judicial mientras investigaba desde su departamento un posible tráfico de estupefacientes en un local de Fuenlabrada. "Desconocía que la Policía Nacional seguía paralelamente esta presunta red", indicó.Pero los agentes del Cuerpo Superior de Policía mantuvieron su versión. Rodríguez, dijeron, estaba involucrado en la red de narcotráfico porque mantenía contactos con la dueña del club, a la que avisaba y asesoraba sobre el funcionamiento del negocio. Las cintas telefónicas perdidas eran precisamente conversaciones entre ambos.
El fiscal solicita ocho años de inhabilitación profesional para José Manuel Rodríguez, pero ante la desaparición de las pruebas el abogado defensor pidió ayer la absolución en la vista oral.
En el sumario se indicaba que Rodríguez podría estar al corriente de un delito de tráfico de drogas que nunca llegó a denunciar. Este fraudulento negocio se efectuaba en el club de alterne Tatibel de Fuenlabrada. Junto al ex policía están también encausados por presunto tráfico de droga la dueña del local, Rosa María Alaez, alias Tatiana; José García, encargado del establecimiento, y su esposa, Pilar Álvarez, quien también trabajaba en la barra.
"Hablaban en clave"
Los miembros de la Brigada de Policía Judicial que ayer pasaron por la Audiencia ratificaron que desde el mes de julio se iniciaron las investigaciones en torno al club y que a mediados de agosto se intervino su teléfono. Fue entonces cuando quedaron grabadas las conversaciones. El responsable de las investigaciones declaró que el jefe de la Policía Municipal llegó incluso a avisar a la dueña del club de que tuviese cuidado porque estaba siendo vigilada.
"Hablaban en clave, utilizaban términos como guas guas, corte, género, blanco y alguna vez mencionaban la palabra cocaína", manifestó el jefe de la Brigada de Policía Judicial. Éste señaló que las investigaciones, abiertas en julio, cuando comprobaron que varios traficantes acudían al local de Fuenlabrada, concluyeron el 19 de septiembre, cuando detuvieron al encargado con 100 gramos de cocaína en su coche y a su mujer en su domicilio con un kilo de heroína.
Tras arrestar a Rosa María Alaez también se detuvo al jefe de la Policía Local. En un principio incluso se le llegó a imputar un delito de tráfico de drogas.
El ex jefe de la Policía Local de Fuenlabrada José Manuel Rodríguez desmintió todas las acusaciones señalando que en mayo inició las investigaciones al observar un sospechoso movimiento de coches lujosos en torno al club Tatibel.
Rodríguez reconoció que en una ocasión llegó a pedir droga a Alaez con el objetivo de comprobar si era verdad que ella se dedicaba al narcotráfico. Pero añadió que nunca obtuvo pruebas ni evidencia de que se cometían allí delitos de tráfico de drogas, "por eso nunca denuncié el caso".
Operaciones simultáneas
Asimismo, el ex jefe de la policía agregó que no estaba al corriente de las operaciones simultáneas que la Policía Nacional de Getafe emprendió en torno al local. Rosa María Alaez, propietaria del club, declaró que nunca intimó con el jefe de la Policía Local.
El fiscal mantuvo sus acusaciones y ratificó su petición de ocho años de inhabilitación profesional. El caso quedó visto para sentencia.
