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Entrevista:

"Palestinos e israelíes viviremos en Jerusalén juntos y en paz"

El líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se enfrenta a un doble reto tras pactar con Israel: preparar el futuro Gobierno palestino y convencer a los radicales islámicos de que el camino vale la pena. Arafat precisa ambos puntos en una entrevista con el semanario alemán Der SpiegeL

Pregunta. ¿Representa el acuerdo de Washington la reconciliación final con el enemigo histórico de los árabes?

Respuesta. Hemos emprendido este viaje para llevar la verdadera paz a los niños y las mujeres, tanto de Palestina como de Israel, y, con ello, también a los pueblos de la región. Espero que el futuro demuestre que en Washington dimos los primeros pasos hacia una paz amplia y verdadera.

P. ¿Qué significa eso exactamente?

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R. Que muy pronto podré proclamar la fundación de un Estado palestino independiente en el marco de una confederación con Jordania.

P. Eso supone aún un largo camino.

R. Los palestinos e israelíes que tengan el valor de apostar por la paz encontrarán ese camino. No importa el tiempo que nos cueste recorrerlo.

P. Sin embargo, para los fundamentalistas de Hamás, usted es un traidor.

R. Eso son acusaciones absolutamente injustificadas. Sólo pueden proceder de gente que no se ha tomado la molestia de leer detalladamente el texto que firmamos en la Casa Blanca. Ahí está todo lo que supuestamente echan de menos.

P. Le culpan de haber hecho demasiadas concesiones sin haber asegurado como contrapartida un mínimo de derechos a los palestinos.

R. No discuto que el tratado no nos concede todo lo que deseamos. Pero fue lo mejor que se pudo hacer en estas circunstancias en el mundo árabe y en el marco del nuevo orden mundial.

P. También le reprochan haber tomado personalmente importantes decisiones sobre el destino nacional de Palestina sin haber preguntado al pueblo.

R. Es un reproche traído por los pelos. La OLP tiene plena autorización para negociar desde 1990. Con ocasión de la Conferencia de Paz de Madrid, el Consejo Nacional palestino nos autorizó a negociar con Israel una autonomía palestina para un periodo transitorio. Es lo que hemos hecho con Gaza y Jericó.

P. ¿Está comparando el diálogo árabe-israelí comenzado en Madrid con el acuerdo al que ha llegado en Washington [con Israel] por separado?

R. Madrid fue el comienzo. Sin embargo, hoy estamos mucho más lejos: en la franja de Gaza y en Jericó no sólo nace una autonomía palestina; va más allá: el ejército israelí se retirará totalmente. Al final, el modelo autonómico se extenderá a todo el territorio ocupado.

P. Pero, de entrada, Jerusalén se queda fuera.

R. Todo se discutirá; no hay ninguna puerta cerrada.

P. El primer ministro israelí, Isaac Rabin, ha dejado bien claro en Washington que Jerusalén será la capital "eterna" de Israel.

R. Si se refiere a toda Jerusalén, se equivoca. [Rabin] es libre para desear mantener el statu quo, pero para ello no puede apoyarse en el texto del acuerdo. Allí sólo dice que en dos años comenzarán las negociaciones sobre la condición definitiva de la ciudad.

P. ¿Quiere decir de Jerusalén Este?

R. Sí. Jerusalén Este es la capital del Estado de Palestina. Jerusalén Oeste, judía, es y seguirá siendo la capital de Israel. Contra eso no hay nada que objetar. La supuestamente irresoluble cuestión de Jerusalén se puede resolver fácilmente. Palestinos e israelíes viviremos en Jerusalén juntos y en paz.

P. El Gobierno palestino de transición en Jericó dispondrá de una policía y de un servicio de seguridad propios. ¿Qué sucederá si militantes de la organización radical islámica Hamás, que persiguen destruir el Estado de Israel, atacan instituciones de la OLP o intentan amedrentar a la población? ¿Se desencadenará una guerra civil palestina?

R. No. Pero aquél que infrinja la ley en el territorio controlado por el Gobierno palestino y nos desafíe será procesado. No llegaremos tan lejos. Tomaremos medidas preventivas.

P. ¿Cómo? ¿Con unidades especiales del recién nacido aparato estatal palestino?

R. El nuevo sentimiento de valor propio de los palestinos, que por primera vez se gobiernan a sí mismos, trae consigo una mayor responsabilidad para con la comunidad. Yo apelo a esa responsabilidad. Encontraremos un marco adecuado para que ningún palestino se coloque fuera de la comunidad.

P. ¿Cree que puede convecer con estas apelaciones a los extremistas que luchan por una Palestina islámica y acusan a la OLP de herejía?

R. Todos somos palestinos; todos hemos aportado las mismas víctimas. Eso une. Naturalmente no todos mis compatriotas se dejan reducir a un solo partido o ideología. Respetamos las opiniones de los demás. Doy por hecho que el Estado palestino será una democracia moderna y laica.

P. ¿Qué le hace confiar tanto en que Israel concederá a los palestinos un Estado propio?

R. Hace ya mucho tiempo que el Estado palestino vive en nuestros corazones. No nos pondrán de rodillas. La fase de transición puede durar cinco años, por ejemplo. Tiempo suficiente para fijar, como se garantiza en el acuerdo, el futuro final de los territorios ocupados por Israel en 1967.

P. Pero no se trata sólo de los deseos de los palestinos, sino de un pacto que aún hay que negociar con Israel.

R. Correcto. Pero sin querer adelantarme al futuro, le digo que los palestinos tendrán su propio Estado: entre sus vecinos Israel y Jordania. Es la lógica de la Historia.

P. ¿Se han acabado las guerras entre árabes e israelíes?

R. Ése es mi gran deseo. Hemos iniciado el camino de la paz; es imposible una vuelta atrás.

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