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EL NUEVO ORDEN MONETARIO

Edouard Balladur confía en poder mantener su política de defensa de un franco fuerte

El primer ministro francés, Edouard Balladur, reconoció ayer por la mañana que había contemplado "una salida provisional del marco de los mecanismos de cambio". "Alemania parecía aceptar esa situación; el objetivo de esta suspensión temporal de la relación entre el marco y las otras monedas del SMIE era dar a Alemania la flexibilidad y el tiempo necesarios para que pudiese gestionar las Consecuencias de la reunificación", afirmó ayer el primer ministro francés. Balladur recalcó que esa solución era "la que gozaba de las preferencias francesas" y confió en poder mantener su política de defensa de un franco fuerte. El presidentede la Comisión, Jacques Delors, también apoyó la salida temporal del marco.

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Al margen casi de su adscripción a la derecha o a la izquierda, el paisaje político-económico francés parece hoy dibujarse alrededor de la piedra de toque europeísta. El primer ministro confía en el franco y por eso se ha negado a opinar "sobre lo que pase hoy o- los próximos días" en los mercados. La moneda necesita "tiempo para adaptarse'.'. De momento, a él, su amplísima mayoría se lo sigue concediendo, pero el número de rebeldes crece.Con todo, la mayoría de las voces -económicas y políticas- tendían ayer a culpar a los alemanes y a sus altos tipos de interés de la crisis. Sólo algún comentarista denunciaba que el SME "era un andamio de bambú". El premio Nobel de Economía Maurice Allais buscaba explicaciones más complejas: "La responsabilidad de la actual crisis debe recaer sobre la política de bajo precio del dinero en EE UU y las devaluaciones competitivas de Gran Bretaña e Italia". Allais iba más lejos y arremetía contra la liberalización de circulación de capitales de 1984, que "permite comprar sin pagar y vender sin tener, un sistema que está en la base del crash del 29". En definitiva, Allais denunciaba lo que Keynes definió como "economía de casino" y reivindicaba "el SME como única organización monetaria coherente en el mundo".

Michel Camdessus, director general del FMI, señalaba que ahora "la urgencia pasa por facilitar un retorno al funcionamiento normal". "Ya podemos decir que ahora el dólar forma parte del SME, ya que desde 1987 su fluctuación respecto al marco no ha superado el l7,6%", afirmó con humor un economista.

El frente antíeuropeísta no ha dejado pasar la oportunidad para arremeter contra la política del llamado eje Balladur-Mitterrand. A juicio del socialista disidente Chévénement, 11 el 90% de Maastricht ha dejado de tener sentido; el empleo ha de ser ahora la prioridad en vez del monetarismo".

Jean Glavany, el portavoz del Partido Socialista, cree que "han bastado cuatro meses para que el Gobierno de Balladur recoja los frutos de sus errores económicos". ¿A qué errores se refiere Glavany? "A haber concentrado toda su política en la bajada d e los tipos de interés".

Un europeísta convencido, el ex primer ministro Raymond Barre, cree que Bruselas ha dado "un frenazo brutal a la unión europea" y que corresponde ahora al Gobierno alemán "demostrar en los meses que vienen la firmeza de su compromiso europeo, sobre el cual el dogmatismo del Bundesbank ha extendido una sombra".

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