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FERIA DE SAN ISIDRO

Manili: "Esta plaza ha perdido ya el rumbo"

El veterano Manili, hecho a mil batallas duras, confesaba al finalizar el festejo de ayer que la corrida había sido la más difícil de su carrera, por lo que se extrañaba de la incomprensión de un amplio sector del público: "La plaza de Madrid ha perdido ya el rumbo; nos hemos jugado la vida de verdad ante toros peligrosísimos y nos han pitado, además de despedirnos con bronca e insultos como si hubieramos tenido enfrente seis toritos pastueños".Manili reconocía que también notó la comprensión de algunos. aficionados, "pero me parece que en San Isidro cada vez son menos, y más los del clavel, que no se enteran. y quieren que les peguemos 30 muletazos artísticos a estos miuras". El de Cantillana apuntaba una solución: "Que ustedes los periodistas taurinos expliquen cómo son estos toros y la lidia que merecen".

Tras calificar de descastado e imposible a todo el encierro, Manili también disparaba acusaciones contra la legendaria divisa: "Entre lo que echa ahora y lo que echaba antes, como aquí mismo o en Pamplona, en 1988, cuando salí a hombros en ambas plazas, hay mucha diferencia a peor. No sé a dónde va a llegar". Tras comentar que si las figuras se apuntasen a corridas así, el escalafón pegaba un vuelco, concluía: "¡Mira que en Las Ventas soportar encima que aplaudiesen a los toros en el arrastre ... !".

También Juan Cuéllar, con pocas ganas de hablar porque no había logrado su objetivo de triunfar para ayudarse en su temporada, se expresaba en términos parecidos, aunque matizaba que, mientras lidiaba a sus dos toros, bastante tenía con soportar en el ruedo a animales tan deslucidos y mansos y que no prestó casi atención a los tendidos.

Hachazos a traición

"Toda la corrida fue igual de mala", decía, "porque ni se empleaban en los caballos ni con los engaños; sólo iban a pegarte el hachazo a tración". Igualmente admitía que mientras toreaban sus compañeros sí le quedó tiempo para escuchar las reacciones de los tendidos, "injustísimas en los casos de los que protestaban".

Su amigo Niño de la Taurina, con el que comparte el apoderamiento de Justo Ojeda, vio la corrida en una barrera del tendido dos y se solidarizaba con la terna: "Lo he pasado muy mal viéndoles pelearse con unos toros que sólo sabían pegar tornillazos y sin humillar nunca. Aunque ellos lógicamente lo han pasado peor y el esfuerzo no les ha servido para nada".

El coletudo, que se ha apuntado a la corrida de Victorino del día 13, concluía: "Por malos que sean entonces, jamás alcanzarán el grado de marrajos de éstos".

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