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'Autogolpe' del presidente de Guate mala

El presidente de Guatemala, Jorge Serrano Elías, anunció ayer la disolución del Congreso de la República y de la Corte Suprema de Justicia; destituyó al procurador general de la nación; suspendió las garantías individuales contempladas en la Constitución y pidió al Tribunal Supremo, Electoral la convocatoria a una asamblea nacional constituyente, en un plazo no mayor de 60 días. Serrano ha calcado la actuación de su homólogo peruano, Alberto Fujimori, el 6 de abril de 1992. La moda del llamado Fujigolpe, que planeó sobre Venezuela, se trasladó con toda su parafernalia a Guatemala.

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En un mensaje transmitido a través de una cadena nacional de radio y televisión, el presidente de Guatemala y líder del Movimiento de Acción Solidaria (MAS) comunicó su decisión enfatizando que con estas medidas no pretende,, en absoluto, quedarse en el poder "ni un día más del plazo" para el que fue elegido en las elecciones generales de 1991.Desde primeras horas de la mañana, el Ejército formó cinturones de seguridad en torno a los edificios que son sede del Congreso, de la Corte Suprema de Justicia y la Procuraduría General de la Nación. Además, numerosos vehículos blindados patrullan por la ciudad que se mantiene en calma y no se han registrado incidentes.

Ramiro de León Carpio, procurador de los derechos humanos, una de las personalidades mas respetadas del país, logró huir de la policía que se había presentado en su casa para detenerle y desde un lugar a salvo hizo un llamamiento a la población y a. la comunidad internacional para oponerse al golpe de Serrano. Mientras que el presidente norteamericano, Bill Clinton, pidió ayer a Serrano que revocara la "legítima" suspensión de la Constitución, el presidente peruano, Alberto Fujimori, justificó la decisión como medida -"muy bien tomada"- para erradicar la corrupción.

La decisión de Serrano se produce horas después de la amenaza de la. Conferencia Episcopal de Guatemala de retirar al mediador del diálogo de paz, obispo Rodolfo Quezada, ante la falta de voluntad del Gobierno y de la guerrilla de acabar con una guerra civil que se inició en 1960, que se ha cobrado más de 150.000 vidas y ha provocado 40.000 desaparecidos.

A las 11,20 hora local (19,20 hora peninsular española), el presidente dio una conferencia de prensa en la que aseguró que su autogolpe ha tenido un "fuerte apoyo popular". Serrano insistió en que la corrupción del poder legislativo hacía "ingobernable al país" y pidió a las Naciones Unidas el envío de observadores para verificar in situ los esfuerzos de su Gobierno por respetar los derechos humanos.

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El presidente hizo también un llamamiento a la guerrilla para reanudar el diálogo e insistió en la flexibilización de las posturas y en no poner condiciones. Serrano pidió al Tribunal Supremo Electoral que convoque a los guatemaltecos a las urnas para. elegir una asamblea nacional constituyente que reforme la Constitución vigente en el país. Según el presidente, la Carta Magna presenta algunas contradicciones internas que es necesario subsanar.

El texto constitucional, que entró en vigor el 31 de mayo de 1985, es fruto del consenso al que tuvieron que llegar los partidos políticos para su redacción. Jurídicamente, la Constitución de Guatemala es "mixta", es decir, que contienen artículos que pueden ser reformados por el poder legislativo ordinario; otros que sólo pueden serlo por una asamblea constituyente y algunos que son intocables.

Según el presidente, el autogolpe tiene como fin depurar al Estado de toda corrupción, para poner fin al desorden reinante en Guatemala, "un país donde el sistema democrático fue desvirtuado por la demagogia y la burla constante de la ley en aras a satisfacer intereses personales, que están muy lejos de coincidir con los intereses de los pobres, que son los que deben defenderse en una democracia".

Restricción de garantías

Como primera medida, Serrano anunció la restricción de las garantías, individuales, la disolución del Congreso y el cese del presidente de la Corte Suprema de Justicia,. el del Tribunal Constitucional, además de la destitución del fiscal general de la nación.

El líder de MAS admitió públicamente haber sido víctima de un chantaje político por parte del Congreso de la república, en donde su partido sólo alcanzó 18 de los 116 escaños del organismo legislativo. "Este chantaje ha hecho, literalmente, imposible gobernar en beneficio del pueblo", añadió. También se refirió a uno de los aspectos del Congreso que peor imagen proyecta: la trinchera de impunidad en que los diputados convirtieron la inmunidad parlamentaria. "Muchos diputados, que han sido, incluso, sorprendidos in fraganti en la comisión de un delito, no han podido ser llevados a juicio por la protección que les dio el propio Congreso", dijo Serrano.

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