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Crítica:POP
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Sueños y pesadillas a media voz

Suzanne Vega ha vuelto a los escenarios españoles precedida por la noticia. del cambio conceptual en la forma de plantear su nuevo directo. La cantante neoyorquina, discípula y admiradora de autores como Leonard Cohen o Joni Mitchell, presentó un espectáculo atípico hasta el momento en su música. El margen concedido a los ritmos y al sonido, que abarcó los sintetizadores y las guitarras más contundentes introducidas en pequeñas dosis, fue definitivo a la hora de disfrutar su presencia sobre el escenario de la sala Aqualung.El folk, es la raíz y el pop el camino que recorre Suzarme Vega para contar, las historias de los protagonistas anónimos y universales que impregnan toda su música de un carácter intimista. Y a través de un foIk eminéntemente urbano, apoyado en unos arreglos introducidos por un sintetizador, una guitarra eléctrica y una batería de lujo, el camino zigzagueó por los asfaltados senderos narrativos de su música. El 1985 fue el año en el que Vega publicó su primer trabajo, titulado con su nombre y del que interpretó algunos de los temas más carismáticos, como Marlene on the wall y Small blue thing, presentándolos en un español bastante correcto que el público supo, recibir. La mirada física de Suzanne Vega buscó en todo momento la de los asistentes, algo a lo que casi ningún artista que esté sobre el escenario se atreve. El cara a cara que mantuvo con el público provocó un contacto directo y, consecuentemente, una respuesta positiva.

Suzanne Vega

Suzanne Vega (voz y guitarra), Jerry Marotta (batería), Bruce Tliomas (bajo), David Hidalgo (guitarra), Mitchell Froom (teclados). Aqualung Universal. Aforo: 900 personas. Precio: 2.500 pesetas. Madrid, 13 de mayo.

Obsesión por la infancia

La obsesión por la infancia de la autora norteamericana sobrevoló intensamente el tiempo de su recital; Luka, el tema que la dio a conocer masivamente, fue una pequeña parte en la narración de los sueños, dolores y esperanzas de un niño. Una canción cantada a capella, recuerdo de su propia infancia, terminó por descubrir a una Suzanne Vega dominada por esa fugaz etapa de su vida. Su imagen, su voz y su música son una Conjunción de la lucha por mantener la ingenuidad creativa y plasmar con ella la realidad más cruda y cercana de una ciudad como Nueva York.Las versiones a las que algunas canciones de Suzanne Vega han sido sometidas y su éxito, tanto en sonido como aceptación por parte del público, quizá hayan sido definitivas a la hora de girar su música acústica a un plano más duro y rítmico. Tom' s dinner y Luka han pasado por las pistas de las discotecas sin desentonar de su origen y, del mismo modo, algunos de los temas de su último trabajo, 99,9 grados, sonaron sobre el escenario de la sala Aqualung. El resultado: más de hora y media de concierto, tres bises y un dulce poso en los oídos.

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