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VUELTA A ESPAÑA 93

Abduyapárov se estrena en Valencia

Carlos Arribas

CARLOS ARRIBAS, Yamolidín Abduyapárov (Lampre) ha tardado más de cinco meses en estrenarse. El sprinter uzbeko llevaba una temporada nefasta, pero en Valencia, en la novena etapa de la Vuelta, se acabaron sus dolores. Su victoria se vio ayudada por algunas irregularidades en un sprint intenso y nervioso. El gran favorito, Jean Paul van Poppel (Lotus), fue el más perjudicado. Pocas oportunidades le quedan a este curioso corredor uzbeco para llegar a la cuatro victorias logradas la pasada Vuelta. Alex Zülle (ONCE) sigue de líder cuando la ronda española se aproxima a los altos pirenaicos.

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Abduyapárov recién ha cambiado de equipo y no acababa de encontrarse. No tenía en el Lampre la comunicación íntima que lograba en el Carrera con Guido Bontempi y otros compañeros. Tampoco encontraba su golpe de pedal. No es que ya lo haya hallado, pero su equipo trabaja cada vez mejor las llegadas. Ayer, demasiado callejeo por Valencia, convirtió los preparativos de la llegada en una tarea de habilidad. Los del Lampre dejaron cansarse a otros equipos, jugaron a la contra y dieron el papel estelar a Giovanni Lombardi, un joven neoprofesional. Llegó tan fuerte que a quien llevaba a rueda, Abduyapárov, le costó bastante trabajo remontarle.El Lotus había trabajado en exceso en los kilómetros previos a la llegada y Van Poppel se encontró demasiado solo. Se buscó huecos y ruedas prestadas como pudo, y cuando los encontró tropezó con otras fuerzas. Como los codos de Baffi, que en los estrechamientos de calzada aprovechaba para cerrarle lo suficiente. Más de una vez tuvo que quitarse de encima con la mano Van Poppel al moscón italiano. Y acabó sin fuerzas para remontar a su aire. Como le gusta.

Hendrik Redant, de 30 años es un belga robusto y clasicómano. Tiene historia detrás de él. Entre otras cosas, la París-Tours. Su trasvase desde el potente Lotto al modesto Collstrop fue una de las noticias del año en Bélgica. Y ayer se comportó como un modesto sin más ambición que figurar en la película de una etapa. Quizás animado por el día anterior, por la morosidad del pelotón ante el viento de cara, se lanzó, pensando que si un día se va lento, ¿por qué no el siguiente? Acertó. El pelotón volvió a viajar con retraso. También viento de cara, cielo gris y calor plomizo. Pero se olvidó de la abulia de algunos. Redant anduvo 190 kilómetros solo. Situado a más de 26 minutos en la general llegó incluso a convertirse en líder matemático a mitad de la etapa. En un momento hasta sacó 14 kilómetros de ventaja al pelotón. El grupo acabó desperezándose y Redant fue engullido. Triste destino el suyo.

Ganadores de etapas

C.A., Las victorias de Jean Paul van Poppel hacen sobre todo feliz a Miguel Rodríguez, el patrón más atípico del mundillo ciclista. Es el dueño de las empresas Lotus y Festina, dedicadas a ensamblar relojes en Barcelona, en plena Via Laietana. Como empresario, partió de la nada y su gran sentido comercial y emprendedor le llevó a la cima. A facturaciones de miles de millones con un personal mínimo. Es un defensor a ultranza del valor comercial y publicitario del ciclismo. Y actúa en consonancia.

Cuenta la aventura del equipo Lotus en términos de inversión, objetivos y resultados. "Tengo 700 millones para hacer un equipo. Y me pregunto: ¿qué conjuntos salen por televisión y en los periódicos? Los ganadores, me respondo. La única carta segura para ganar el Tour, la mejor victoria, es Miguel Induráin, y su contratación es imposible. Intenté, en su defecto, hacerme con Claudio Chiappucci, y no lo logré. Entonces me dije: a por ganadores de etapas o de clásicas. Y reestructuré todo el equipo".

Como buen negociante, Rodríguez buceó en las crisis ajenas para engordar su patrimonio. Desapareció el PDM holandés y de allí se trajo a buen precio no sólo a su llegador joya, Van Poppel, sino, en el mismo lote, a cuatro corredores más, a Jan Gisberts, director deportivo, el autocar para los corredores y hasta al conductor. Del también desaparecido Buckler, pescó al veterano Steven Rooks. En otro conjunto extinto, el RMO francés, obtuvo una buena remesa: otro director, Bruno Roussel, dos grandes promesas, Pascal Lino y Richard Virenque, amén de algún coche, mecánicos y masajistas. A Thierry Marie le embarcó gracias al negocio del que vive la mujer del potente especialista en prólogos francés: una relojería. "A mi esposa le encantan los relojes Lotus y Festina" explicó Marie.

Para redondear la jugada, logró el apoyo del Gobierno andorrano. A cambio de afiliar en el principado al Lotus y de una mención publicitaria en el maillot, Rodríguez ha conseguido casi 200 millones. Pero el objetivo se cumple y Van Poppel acumula triunfos de etapa. Que es de lo que se trataba.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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