Andreotti se opone a que el Senado italiano permita su procesamiento como presunto mafioso
Giulio, Andreotti, el político italiano más representativo de la posguerra, siete veces primer ministro, se opuso ayer a que el Senado otorgue la autorización pedida por la magistratura para investigar sus presuntas "actividades de Mafia". La petición "no puede ser atendida, porque no se basa en hechos acaecidos ni mucho menos probados, sino en simples afirmaciones" de algunos arrepentidos, sostuvo ayer el ex primer ministro ante los 23 miembros de la comisión rogatoria. Algunos políticos afines le habían aconsejado que pidiera él mismo ser procesado para despejar dudas.
Los políticos citados proceden incluso de su propio partido, como el ministro del Interior, Nicola Mancino, que había aconsejado al ex primer ministro que adoptara la posición contraria y pidiera él mismo ser procesado, como el mejor medio para aclarar cualquier duda a su respecto.En el mismo sentido se habían pronunciado diputados de la oposición, como el ex juez republicano Giuseppe Ayala, quien, tras leer las informaciones de prensa sobre las declaraciones del arrepentido Francesco Marino Mannoia -que dice haber sido testigo de al menos un encuentro de Andreotti con capos mafiosos-, declaró, refiriéndose a éste: "Creo que él debería ser el más interesado en que el Senado conceda la, autorización. Es el único modo de que se aclaren las dudas, frente a las que se proclama, inocente
Pero Giulio Andreotti ha optado por el camino opuesto, por defenderse en el enroque. Ya había anticipado que temía un cierto compló, en el que incluso ha señalado alguna imprecisa Mano americana y había declarado, sobre todo, que no se fiaba de los magistrados de Palermo.
"La metodología de la investigación resulta claramente desviada por una tesis preconcebida, inspirada por el ansia de obtener de los sujetos interrogados una confirmación del prejuicio acusatorio (...) con evidente violación de las normas constitucionales vigentes en materia de garantías (...) lo que refleja la aspiración de la magistratura (de Palermo a convertirse en árbitro incontrolado e incontrolable de las investigaciones y, por tanto, del futuro judicial y político del senador Andreotti", se lee en las 76 páginas de autodefensa que el exprimer ministro resumió ayer ante la comisión rogatoria. Otra parte importante del documento está directamente dedicada a la crítica de los arrepentidos.
Del histórico Tommaso Buscetta, Andreotti destaca como incongruente que se siga interrogando a un hombre que está apartado de la organización mafiosa desde hace más de 10 años.
"El cuadro supuestamente probatorio no guarda la mínima relación lógica con lo que se describe e imagina en el pliego de cargos. Los argumentos propuestos en apoyo de la acusación son contradictorios entre sí y absolutamente irracionales, en cuanto que se toman como pruebas, rumores y noticias que han circulado habitualmente entre el público mafioso y hasta en las cárceles", reza la defensa del ex primer ministro.
Papel de los 'arrepentidos'
"Andreotti es taimado, astuto y tiene amistades que van más allá de lo imaginable", ha replicado Francesco Marino Mannoia, el arrepentido que acaba de agravar la presunta implicación del político democristiano en dos décadas de historia de la Mafia, y, en concreto, en los asesinatos del exgeneral Carlo Alberto Dalla Chiesa y del ex primer ministro Aldo Moro. Mannoia sostiene en sus declaraciones, dadas a conocer ayer íntegramente, que Andreotti no empezó a luchar contra la Mafia hasta 1987. También dice que Salvo Lima, el asesinado jefe de los andreottianos de Palermo, fue miembro de la Mafia, y no sólo un colaborador."Ni estamos en sede judicial, ni debemos hacer un proceso político. Pero creo que, en esta situación, el Parlamento no puede permitirse decir que los arrepentidos no son creíbles", comentó, antes de iniciar la sesión de ayer, el presidente de la comisión rogatoria, el ex comunista Giovanni Pellegrino.
