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MAREJADA EN EL AYUNTAMIENTO

Matanzo y Ortiz mantuvieron en vilo al alcalde durante hora y media

Juan Antonio Carbajo

El gobierno municipal del Partido Popular vive con el miedo metido en el cuerpo desde que el alcalde, José María Álvarez del Manzano, destituyó de sus cargos, en febrero, a los concejales Angel Matanzo (que presidía la Junta de Centro) y Pedro Ortiz (que fue responsable de Cultura). Cualquier día, piensan algunos ediles del PP, Matanzo y Ortiz se hartan de su labor de asesores sin competencias e inauguran el grupo mixto. Ayer estuvo a punto de confirmarse este temor.

El pleno municipal que el alcalde convocó a las diez de la mañana tardó hora y media en arrancar. A la hora de la cita, Ortiz estaba en su casa desayunando, y Matanzo, en la cama con fiebre. En ese momento, el PP carecía de la mayoría absoluta (29 concejales sobre 57). Cundió la alarma.

Ángel Matanzo recibió dos llamadas telefónicas en su casa: la de su compañero Fernando López-Amor y la del miembro de la ejecutiva del PP Mariano Rajoy. Según comentó el propio Matanzo, López-Amor le llamó para reclamar su presencia en la Casa de la Villa, ya que Ortiz no había acudido. Rajoy, según Matanzo, sólo quería interesarse por su salud.

Lo mismo ocurrió con Ortiz. La alcaldía formó otro grupo de búsqueda y captura en el que participó Carlos López Collado, el concejal de Seguridad. El teléfono de la empresa municipal Promadrid, que preside el concejal, sonó en vano. Ortiz estaba relajado en su casa porque, según comentó, no había recibido el orden del día de la sesión.

El conde de Montecristo

El gobierno del PP asumió este gesto de ambos concejales como una llamada de atención. Matanzo está muy disgustado por su marginación y, según sus allegados, está pensando seriamente en pasarse al grupo mixto. El concejal no lo confirmó: "Sólo he hecho unas tarjetas con el nombre de El Conde de Montecristo". Según Matanzo, su situación, recluido en un despacho que él llama "mazmorra", es similar al del personaje de Alejandro Dumas, que estuvo preso en mitad del mar.Una vez que el alcalde ató a sus 30 concejales comenzó el pleno de los récords. Había dos marcas para batir: solicitar un crédito de 20.000 millones de pesetas (que iguala al más alto pedido por el Ayuntamiento hasta el momento) y adjudicar los primeros 19 aparcamientos para residentes con recargo (entre 100.000 y 750.000 pesetas de canon por plaza en virtud de un nuevo impuesto municipal).

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El nuevo crédito eleva la deuda municipal a 188.000 millones de pesetas. El concejal socialista Alfredo Tejero asegura que el Ayuntamiento va camino del colapso económico. Según el PSOE, la acumulación de empréstitos ha provocado que el municipio tenga que devolver a los bancos, hasta el año 2000, unos 50.000 millones anuales. Izquierda Unida comparte esta opinión: "Las corporaciones futuras verán mermada su autonomía dadas las enormes cifras que tendrán que destinar al pago de la deuda en lugar de poder financiar equipamientos e inversiones".

El concejal de Hacienda, Fernando López-Amor, no es tan pesimista. Según considera, la situación económica del Ayuntamiento de Madrid es notablemente mejor que la de otros municipios españoles. El alcalde remachó esta idea: "Tenemos capacidad suficiente para hacer frente a estas operaciones de crédito. Es, además, una alternativa: en lugar de incrementar los impuestos aumentamos el endeudamiento". López-Amor, mientras, presume de que los créditos se han conseguido en las mejores condiciones.

Plazas en el 'Segundamano'

El PP también aprobó los primeros 19 aparcamientos para residentes con recargo en medio de las denuncias del concejal socialista Eugenio Morales. Según comentó, hay plazas de aparcamiento que se alquilan en la revista de compraventa Segundamano, algo que está prohibido por la normativa."Eso ocurre en Rosales II, donde también hay personas que tienen cuatro plazas, cuando sólo pueden tener dos", comentó. La plaza, según se publicó en la revista, se arrendaba por 15.000 pesetas al mes. El concejal de Circulación, José Antonio García Alarilla, lo sabía, aunque se lavó las manos: "En Rosales II hay anomalías claras, pero eso debe acabar en los tribunales".

Mientras se aclara la situación de este estacionamiento, el pleno aprobó la construcción de otro próximo: el Rosales III. Entre éste y los otros 18 adjudicados ayer, el Ayuntamiento obtendrá 2.360 millones de ingresos gracias al nuevo canon que encarecerá las 8.000 plazas que se construirán. En Rosales, por ejemplo, el recargo será de 650.000 pesetas, de 400.000 en San Antonio de la Florida y de 100.000 en San Blas.

Además, algunos de estos aparcamientos se encarecerán porque el PP decidió no adjudicárselos a la empresa que ofrecía las plazas más baratas si ésta ya había sido elegida para otros estacionamientos.

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