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Gil anuncia que limitará el poder de sus entrenadores tras la dimisión de Pastoriza

La última "innovación" de Jesús Gil para el fútbol mundial es un "decálogo" con el que pretende controlar, fiscalizar y limitar el poder y responsabilidades de los "más de 200 entrenadores que hacen cola" para entrenar al Atlético de Madrid después de la fulminante dimisión de Omar Pastoriza. El técnico argentino aclaró ayer su decisión: "Me voy porque no comparto criterios con el presidente. Tengo mi dignidad y no admito injerencias en mi trabajo". La claridad de Pastoriza fue correspondida por Gil, en rigurosa aplicación de su condición de presidente y máximo accionista de la sociedad: "El entrenador no es Dios y su parcela ha de estar limitada. A partir de ahora me voy a meter en todo".

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La ajetreada mañana del Vicente Calderón concluyó con una adivinanza lanzada por Gil: "Nuestro próximo entrenador es un ex jugador del Atlético". Como una suave brisa, los nombres de Heredia, Martínez Jayo, Ayala, Rubén Panadero Díaz, Irureta y varias decenas más apagaron los, ecos del colombiano Francisco Maturana, el candidato más madrugador, por los pasillos del recinto rojiblanco. Fue el broche ideal a una jornada muy ruidosa.El primero en comparecer fue Pastoriza. Quiso despedirse de los jugadores, masajistas, utilleros y cuerpo técnico en general antes de firmar su finiquito. No cobrará los 20 millones que acordó hasta el 30 de junio, sino la parte proporcional que le corresponde por los 40 días que ha permanecido al frente del equipo. Tenía intención de permanecer en España hasta la visita del presidente argentino Carlos Menem, pero, al sus penderse ésta, es posible que re grese a su país de inmediato. "Me voy porque no comparto criterios con el presidente. No admito injerencias en mi traba jo. Escucho a todo el mundo, pero las decisiones las tomo yo Estoy orgulloso de mis decisiones. Hasta ahora me ha ido me dianamente bien en la vida con ellas. Lo importante es tener dignidad y poder dormir cada noche con la conciencia tranquila", declaró.

Gil pidió a Pastoriza la salida del once inicial de Villarreal y Juanito, y la alineación de Luis García. Ante el Rayo, los dos primeros jugaron y el mexicano fue suplente. Tras la mínima victoria del domingo, Gil exigió a Pastoriza que Villarreal no fuera titular contra el Burgos en el partido aplazado que el Atlético disputará mañana en El Plantío. Fije entonces cuando el técnico argentino decidió renunciar: "No fue una reunión tensa, porque la gente inteligente no tiene necesidad de pelear, pero sí estoy aquí para dirigir, la decisión de quién juega es mía. Me voy con la frente alta. MÍ vida es el fútbol. En España, en la China o en Argentina no cambiaré nunca".

Pastoriza, que definió al Atlético como una sociedad "un poquito especial", confirmó que la reunión que mantuvo el lunes con Miguel Ángel Gil, director general del club, y Rubén Cano, secretario técnico, fue el detonante. "Los jugadores saben cómo se ha desarrollado todo. Creo que cuento con su apoyo. Son unos chicos bárbaros", apuntó.

Tras la despedida de Pastoriza, Jesús Gil se personó en el vestuario, en el que dialogó durante una hora con los jugadores. "A partir de ahora entro en todos los detalles del club. No hago las alineaciones, pero, como presidente de la sociedad, opino sobre lo que me da la gana y me meteré en todo lo que considere beneficioso. Al que no le guste, lo siento por él. Y si tienen que pasar 20 entrenadores, pues que pasen".

Para Gil, el poder de los entrenadores es exagerado: "No es una cuestión de dignidad, sino de acabar con falsos derechos creados por la prensa. Voy a preparar los futuros contratos de los entrenadores y estoy preparando un decálogo. El que quiera, que lo firme. Tengo 200 haciendo cola".

El ejemplo del Barça

Gil aseguró que no seguiría el ejemplo del Barcelona con Johan Cruyff. "No volveré a entregar el club a un entrenador para que haga y deshaga. No haré las alineaciones, pero sí veré quién está en forma y quién no, quién es el adecuado en cada momento y la política de altas y bajas a seguir. Para mí, el entrenador no es Dios. En mi empresa me tiene que explicar todo lo que haga". Al ser interrogado sobre sus injerencias en la confección de las alineaciones de Pastoriza, Gil comentó: "Sólo se ha pretendido que se equivocara lo menos posible".Gil informó que Iselín Santos Ovejero había rechazado hacerse cargo del equipo. La búsqueda de un sustituto y la confección de una plantilla renovada son los objetivos prioritarios. "Necesito un entrenador que anteponga los intereses de la sociedad a los de los medios de comunicación". Sobre los jugadores, sentenció: "Yo seguiré al año que viene, pero otros no".

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