Los 'barones' socialistas, en apuros
Ni un solo diputado del partido gubernamental pudo ser elegido en la primera vuelta
Todos los líderes del Partido Socialista tendrán que afrontar el próximo domingo el examen de la segunda vuelta y a más de uno le puede costar su carrera política. Ni un solo diputado de la izquierda consiguió el domingo superar en su circunscripción la barrera del 50% de los votos, lo que otorga automáticamente el acta de diputado. La derecha, por el contrario, alcanzó 78 escaños y entre ellos se cuentan los de la mayoría de los líderes de la gaullista Agrupación para la República (RPR) y la liberal Unión para la Democracia Francesa (UDF). Las derrotas más sonadas han sido las de los candidatos ecologistas Antoine Waechter, de Los Verdes, y Brice Lalonde, de Generación Ecología.
Jacques Chirac, presidente del RPR, y Valéry Giscard d'Estaing, líder de la UDF, ganaron con comodidad. Chirac consiguió un 60,68% de los votos en su circunscripción de Corréze, mientras que Giscard recibía el 54,76% en su circunscripción del Puy de Dôme. Edouard Balladur, virtual primer ministro, salía reelegido con el 58% de los votos en su circunscripción de París.Philippc Séguin, Philippe de Villiers, Raymond Barre y Edmond Alphandéry pasaron también la prueba en la convocatoria del domingo. En la pugna interna de la derecha, los 80 escaños conseguidos en la primera vuelta se repartieron de la siguiente forma: 42 para el RPR, 36 para la UDF y dos para independientes.
Lo que los conservadores tienen que resolver ahora es el acuerdo para ver cuál de las dos formaciones -y en qué circunscripciones- cede a la hora de presentar candidatos en la segunda vuelta. El secretario general del RPR, Alain Juppé, ha pedido que se aplique la regla del abandono automático en favor del candidato de la alianza mejor situado, haya o no enfrente un adversario de izquierdas o de extrema derecha.
Valéry Giscard d'Estaing no está de acuerdo con este planteamiento y considera que, si la elección se plantea entre dos candidatos de la alianza -RPR y UDF-, son los electores los que deben decidir en cada caso. Esa situación se da en al menos 20 circunscripciones que pueden decidir la primacía en el seno de la coalición de derechas y, en último término, cuál de los dos partidos es llamado por el presidente de la República para formar nuevo Gobierno.
Situación precaria
La segunda vuelta, en la que basta la mayoría para conseguir el acta de diputado, se anuncia por tanto muy reñida, y no sólo para los conservadores, sino también para los socialistas. De éstos, algunos están en situación muy precaria para conseguir el acta de parlamentario. Ese es el caso del ex primer ministro Michel Rocard, del ministro de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, o de Lionel Jospin, que quedaron muy por detrás de sus rivales en la primera vuelta.
En situación más equilibrada se encuentran el primer ministro Pierre Bérégovoy y el ministro de Cultura, Jack Lang, y en una posición favorable para conseguir el escaño se hallan el primer secretario del Partido Socialista (PS), Laurent Fabius; el presidente de la Asamblea, Henri Enmanuelli; el ministro del Interior, Paul Quilés; la ministra de Medio Ambiente, Senegolene Royal; el ex ministro de Exteriores, Jean Pierre Chevènement, o el empresario Bernard Tapie, que se presentó con los Radicales de Izquierda.
En el Partido Comunista, su secretario general Georges Marchais se encuentra virtualmente empatado a votos con su rival del RPR, Daniel Richard, pero se considera que podrá beneficiarse de los votos socialistas y de parte de los votos ecologistas. Otros comunistas en situación menos favorable son Charles Fiterman y André Lajoinie.
En el Frente Nacional, Jean Marie Le Pen, Marie-France Stirbois y Bruno Mégret son los candidatos mejor situados cara al próximo domingo, aunque la tradicional alianza del resto de los partidos frente a la extrema derecha puede cerrarles el paso a la Asamblea Nacional.
De los ecologistas sólo Domique Voynet ha conseguido mantenerse en carrera y pasar a la segunda vuelta al superar en votos el listón del 12,5% de los electores inscritos de su circunscripción. De alzarse con el escaño, lo que tiene muy dificil, ya que sólo consiguió el 17,4% de los votos en la primera vuelta, sería la portavoz solitaria de un movimiento que quedará como fuerza extraparlamentaria.
